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Keir Starmer enfrenta una crisis de liderazgo mientras rumores de un complot para derrocarlo inundan Downing Street
La presión sobre el primer ministro británico aumenta con la cercanía de los presupuestos y caída en las encuestas, mientras Wes Streeting reitera su apoyo.
Publicado: 12 de noviembre de 2025, 20:00
El primer ministro británico, Keir Starmer, se ve envuelto en una crisis de liderazgo debido a rumores sobre un posible complot para desafiar su autoridad desde dentro de su propio partido, lo que se intensifica a medida que se acercan los presupuestos en noviembre. Las encuestas indican que su popularidad está en caída, con un 73% de los británicos cuestionando su capacidad como primer ministro, mientras el partido populista de derechas, Reform UK, gana terreno en las intenciones de voto.
En respuesta a las especulaciones, Starmer y sus aliados han trabajado para reafirmar su control, comprometiéndose a luchar por su liderazgo, especialmente tras la presentación de los presupuestos y en las elecciones locales. Wes Streeting, identificado como un posible rival, ha defendido la unidad del partido y desmentido las acusaciones de complot, aunque ha criticado la cultura del gobierno y la presión interna.
Los rumores de desestabilización han sido alimentados por un artículo en The Guardian que sugiere que cerca de 50 diputados laboristas podrían buscar desafiar el liderazgo de Starmer si los próximos presupuestos son mal recibidos. Este clima de inquietud dentro del Partido Laborista se acompaña de un descontento generalizado respecto a la gestión económica del primer ministro, lo que ha llevado a que la presión sobre su liderazgo sea cada vez más significativa.
En respuesta a las especulaciones, Starmer y sus aliados han trabajado para reafirmar su control, comprometiéndose a luchar por su liderazgo, especialmente tras la presentación de los presupuestos y en las elecciones locales. Wes Streeting, identificado como un posible rival, ha defendido la unidad del partido y desmentido las acusaciones de complot, aunque ha criticado la cultura del gobierno y la presión interna.
Los rumores de desestabilización han sido alimentados por un artículo en The Guardian que sugiere que cerca de 50 diputados laboristas podrían buscar desafiar el liderazgo de Starmer si los próximos presupuestos son mal recibidos. Este clima de inquietud dentro del Partido Laborista se acompaña de un descontento generalizado respecto a la gestión económica del primer ministro, lo que ha llevado a que la presión sobre su liderazgo sea cada vez más significativa.