Progresista 63.2%Conservador 36.8%
José Antonio Kast se posiciona como candidato principal en el balotaje presidencial de Chile con propuestas de seguridad y orden
La llegada de Kast representa un cambio histórico, ya que podría ser el primer presidente asociado al pinochetismo desde el regreso a la democracia.
Publicado: 15 de diciembre de 2025, 02:35
En medio de un ambiente electoral tenso, José Antonio Kast, líder del Partido Republicano, se perfila como el principal candidato para hacerse con la presidencia de Chile en el balotaje del 14 de diciembre. Después de una primera votación en la que quedó en segundo lugar, Kast ha escalado en las encuestas y se presenta como el favorito con el apoyo consolidado de la derecha, contrastando con su rival, la candidata comunista Jeannette Jara.
Kast ha desarrollado una campaña centrada en la promesa de “orden, seguridad y confianza”, en respuesta a lo que él califica como “caos” e “inseguridad” del actual gobierno, encabezado por Gabriel Boric. A lo largo de su campaña, ha evitado temas controvertidos de años anteriores y se ha enfocado en cuestiones que parecen resonar más con los electores, destacando su agenda de mano dura contra la delincuencia y el control de la inmigración.
Sin embargo, la posibilidad de un gobierno de Kast también suscita preocupaciones en torno a la erosión de los derechos sociales y la institucionalidad chilena, dado su historial y sus declaraciones sobre Pinochet. Esta dualidad ha generado incertidumbre entre algunos sectores de la población, que se preguntan cuál será realmente su enfoque frente a problemas vitales como la educación y la vivienda, además de la economía en caída que enfrenta el país.
Kast ha desarrollado una campaña centrada en la promesa de “orden, seguridad y confianza”, en respuesta a lo que él califica como “caos” e “inseguridad” del actual gobierno, encabezado por Gabriel Boric. A lo largo de su campaña, ha evitado temas controvertidos de años anteriores y se ha enfocado en cuestiones que parecen resonar más con los electores, destacando su agenda de mano dura contra la delincuencia y el control de la inmigración.
Sin embargo, la posibilidad de un gobierno de Kast también suscita preocupaciones en torno a la erosión de los derechos sociales y la institucionalidad chilena, dado su historial y sus declaraciones sobre Pinochet. Esta dualidad ha generado incertidumbre entre algunos sectores de la población, que se preguntan cuál será realmente su enfoque frente a problemas vitales como la educación y la vivienda, además de la economía en caída que enfrenta el país.