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Javier Manrique, el querido actor peruano que dejó huella en el cine español, fallece a los 56 años
Conocido por su papel en 'Cámera Café' y colaboraciones con Álex de la Iglesia, Manrique falleció dejando un legado en la comedia y el drama.
Publicado: 3 de octubre de 2025, 12:25
El actor Javier Manrique ha fallecido a los 56 años, según informó la Academia de Cine en sus redes sociales. Nacido en Lima, Perú, el 27 de noviembre de 1968, Manrique era un rostro conocido en la pantalla gracias a su versatilidad y a una carrera que abarcó más de tres décadas en el cine, la televisión y el teatro español. Destacó por su papel de Lorenzo en la serie 'Cámera Café' y actuó en diversas producciones emblemáticas, como 'El día de la bestia', 'Las brujas de Zugarramurdi' y 'Mi gran noche'.
A lo largo de su carrera, Manrique gestionó su propia agencia de representación de actores, Manrique Management, y tuvo una última participación en el cortometraje 'El camino de la totalidad' en 2018. Su fallecimiento ha generado una ola de condolencias en el círculo cultural español, donde es recordado tanto por su talento actoral como por su calidad humana. Compañeros de profesión lo describen como generoso, riguroso y profundamente humano. Su amiga María Galiana lo definió como “un compañero que nunca buscaba protagonismo, pero siempre elevaba la escena”.
El legado de Manrique incluye interpretaciones memorables y un impacto perdurable en la industria del entretenimiento en España, siendo considerado un gran actor y un ser humano especial por compañeros y seguidores. Fuera de los focos, Manrique impartió talleres de interpretación en barrios periféricos de Madrid y colaboró con asociaciones que promovían el teatro como herramienta de inclusión social, apoyando a jóvenes actores y defendiendo el valor del oficio con humildad y rigor.
A lo largo de su carrera, Manrique gestionó su propia agencia de representación de actores, Manrique Management, y tuvo una última participación en el cortometraje 'El camino de la totalidad' en 2018. Su fallecimiento ha generado una ola de condolencias en el círculo cultural español, donde es recordado tanto por su talento actoral como por su calidad humana. Compañeros de profesión lo describen como generoso, riguroso y profundamente humano. Su amiga María Galiana lo definió como “un compañero que nunca buscaba protagonismo, pero siempre elevaba la escena”.
El legado de Manrique incluye interpretaciones memorables y un impacto perdurable en la industria del entretenimiento en España, siendo considerado un gran actor y un ser humano especial por compañeros y seguidores. Fuera de los focos, Manrique impartió talleres de interpretación en barrios periféricos de Madrid y colaboró con asociaciones que promovían el teatro como herramienta de inclusión social, apoyando a jóvenes actores y defendiendo el valor del oficio con humildad y rigor.