Progresista 43%Conservador 57%

Japón se enfrenta a una crisis política tras elecciones que podrían desplomar al PLD de Shigeru Ishiba y activar la ultraderecha

Las proyecciones de los sondeos apuntan a una posible pérdida de la mayoría en el Senado, lo que abre un periodo incierto para el Gobierno japonés.

Publicado: 20 de julio de 2025, 18:45

Las elecciones parciales al Senado de Japón, celebradas el 20 de julio de 2025, han puesto al Partido Liberal Democrático (PLD) y su primer ministro, Shigeru Ishiba, a la defensiva, tras las proyecciones iniciales que sugieren una derrota significativa. El PLD y su socio, el Komeito, han obtenido 47 escaños de los 125 en juego, muy por debajo de los 50 necesarios para mantener el control absoluto. Esto marca una pérdida notable de poder, ya que la coalición pasó de 141 a 122 escaños en total en la Cámara Alta.

Ishiba ha reconocido la gravedad de la situación y ha afirmado su compromiso de cerrar un acuerdo comercial con Estados Unidos, enfatizando las duras condiciones actuales, como la inflación y el inminente incremento de aranceles estadounidenses que entrará en vigor el 1 de agosto. A pesar de los resultados adversos, Ishiba declaró que no renunciará y que su prioridad es continuar las negociaciones con Washington y establecer oficinas regionales para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a afrontar las nuevas tarifas, además de la preparación ante posibles desastres naturales como terremotos. A esta situación se suma el aumento del descontento social por el alza en el coste de vida.

El partido populista Sanseito ha ganado presencia, prometiendo un enfoque radical en políticas de inmigración y nacionales, lo que podría traducirse en más de 14 escaños en total para ellos en la Cámara Alta, marcando un cambio significativo en el paisaje político japonés. La combinación de escándalos internos y desconexión del PLD con las preocupaciones ciudadanas ha permitido que fuerzas opositoras cuestionen el liderazgo de Ishiba, quien ha afirmado que “seguimos siendo el partido con mayor representación”, aunque los resultados sugieren un profundo descontento entre los votantes.

La debilitada coalición gobernante, además de perder la mayoría en el Senado, también ha quedado sin control en la Cámara Baja, lo que podría poner en riesgo la viabilidad de su Gobierno y desatar llamamientos a la dimisión de Ishiba dentro del PLD. Los analistas advierten que la fortaleza del Sanseito, que ha capitalizado el descontento popular, podría llevar a Japón a un periodo de inestabilidad política.