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Japón reabre la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la más grande del mundo, después de más de una década de inactividad
La reactivación marca un cambio en la política energética de Japón hacia la reducción de dependencia de combustibles fósiles.
Publicado: 21 de noviembre de 2025, 20:41
En un paso significativo para la política energética de Japón, el gobernador de la prefectura de Niigata, Hideyo Hanazumi, ha dado luz verde a la reactivación de la central nuclear de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor del mundo. Esta decisión se produce más de una década después del devastador desastre en la central nuclear de Fukushima Daiichi, que, en 2011, provocó la paralización de todos los reactores del país y sentó las bases para un cambio radical en su enfoque energético.
A través de una conferencia de prensa, Hanazumi anunció su aprobación para reiniciar las operaciones del reactor número seis de la planta, aunque esta decisión aún requiere el consentimiento del organismo regulador nuclear de Japón. La reactivación se considera un movimiento crucial a medida que Japón busca reactivar su energía atómica para reducir su dependencia de combustibles fósiles importados, que actualmente representan casi el 70% de su suministro eléctrico.
Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de controversia. Las manifestaciones contra la energía nuclear y la preocupación por la seguridad continúan siendo un tema candente en el país. Organizaciones de supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki han expresado su descontento con la reactivación de la energía nuclear, mientras que el gobierno japonés avanza en la revisión de normas que limitan la capacidad nuclear del país.
A través de una conferencia de prensa, Hanazumi anunció su aprobación para reiniciar las operaciones del reactor número seis de la planta, aunque esta decisión aún requiere el consentimiento del organismo regulador nuclear de Japón. La reactivación se considera un movimiento crucial a medida que Japón busca reactivar su energía atómica para reducir su dependencia de combustibles fósiles importados, que actualmente representan casi el 70% de su suministro eléctrico.
Sin embargo, esta decisión no ha estado exenta de controversia. Las manifestaciones contra la energía nuclear y la preocupación por la seguridad continúan siendo un tema candente en el país. Organizaciones de supervivientes de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki han expresado su descontento con la reactivación de la energía nuclear, mientras que el gobierno japonés avanza en la revisión de normas que limitan la capacidad nuclear del país.