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Japón enfrenta un cambio político tras perder la mayoría en la Cámara alta, lo que induce un potencial periodo de inestabilidad.

El primer ministro Shigeru Ishiba descarta dimisiones a pesar del revés electoral y el ascenso de la extrema derecha.

Publicado: 21 de julio de 2025, 19:52

Japón amaneció con un panorama político incierto tras las recientes elecciones parciales a la Cámara alta, donde la coalición gobernante, compuesta por el Partido Liberal Demócrata (PLD) y su aliado Komeito, perdió su mayoría. Este revés se materializó al obtener solo 47 de los 125 escaños en juego, empezando así un posible periodo de inestabilidad en el país, ya que Ishiba aseguró que permanecerá en su cargo a pesar del duro golpe que cuestiona su liderazgo.

La coalición ahora suma apenas 122 escaños en la Dieta, que cuenta con 248 miembros, lo que podría dificultar la implementación de políticas necesarias en medio de negociaciones críticas sobre aranceles con Estados Unidos. Sin embargo, su posición es delicada, ya que la ausencia de una mayoría en ambas cámaras ha llevado a especulaciones sobre su futuro político, especialmente con las recientes declaraciones de la oposición, que está considerando presentar un voto de confianza para desafiar su liderazgo.

El resurgimiento de la extrema derecha en Japón, representada por formaciones como Sanseito, que aboga por un nacionalismo radical, ha capitalizado el descontento exacerbado por temas como la inflación y la inmigración. Con el aumento de la extrema derecha y el descontento popular, Japón se enfrenta a un periodo de reflexión en su política interna. Ishiba deberá articular un plan que no solo dirija a su partido hacia la recuperación de la confianza pública, sino que también aborde las preocupaciones económicas que han llevado a un clamor por un cambio.