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Italia implementa el dispositivo Alcolock para frenar la conducción bajo efectos del alcohol en conductores reincidentes
El nuevo sistema bloquea el arranque del vehículo si el conductor excede la tasa de alcohol, buscando aumentar la seguridad vial
Publicado: 3 de julio de 2025, 14:00
El gobierno italiano ha dado un paso significativo hacia la mejora de la seguridad vial al aprobar el dispositivo 'Alcolock', el cual impedirá que los automóviles puedan arrancar si el conductor no supera una prueba de alcoholemia. Este sistema, firmado por el Ministro de Transporte, Matteo Salvini, está dirigido a aquellos conductores que previamente han sido multados por conducir bajo los efectos del alcohol.
El 'Alcolock' forma parte de un conjunto de medidas que se han introducido en el nuevo código de tráfico italiano, buscando desincentivar la conducción bajo el efecto del alcohol y reducir la tasa de reincidencia entre infractores. Según el decreto, aquellos que hayan sido sancionados por conducir con una tasa de alcoholemia superior a 0.8 gramos por litro de sangre deberán instalar este sistema en sus vehículos.
Las sanciones pueden ascender hasta los 2,170 euros, y en casos de reincidencia severa, las multas pueden incluir penas de prisión de hasta un año y multas de 6,000 euros adicionales. Con estas iniciativas, el gobierno italiano busca no solo aumentar la seguridad en las vías, sino también concienciar a los ciudadanos sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol.
El 'Alcolock' forma parte de un conjunto de medidas que se han introducido en el nuevo código de tráfico italiano, buscando desincentivar la conducción bajo el efecto del alcohol y reducir la tasa de reincidencia entre infractores. Según el decreto, aquellos que hayan sido sancionados por conducir con una tasa de alcoholemia superior a 0.8 gramos por litro de sangre deberán instalar este sistema en sus vehículos.
Las sanciones pueden ascender hasta los 2,170 euros, y en casos de reincidencia severa, las multas pueden incluir penas de prisión de hasta un año y multas de 6,000 euros adicionales. Con estas iniciativas, el gobierno italiano busca no solo aumentar la seguridad en las vías, sino también concienciar a los ciudadanos sobre los riesgos de conducir bajo los efectos del alcohol.