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Israel y Hamás firman la primera fase del plan de paz de Trump, marcando un potencial cambio en la guerra de Gaza
El acuerdo incluye el intercambio de rehenes, un alto el fuego y la retirada de tropas israelíes, aunque enfrenta desafíos en su implementación.
Publicado: 9 de octubre de 2025, 12:40
En un avance significativo hacia la paz en la Franja de Gaza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció el acuerdo entre Israel y Hamás para implementar la primera fase de su plan de paz. Este acuerdo revolucionario, que se ha gestado durante días de intensas negociaciones en Egipto con la mediación de Catar y Turquía, busca poner fin a más de dos años de guerra que han dejado una devastación sin precedentes en la región.
El pacto incluye la liberación de 48 rehenes israelíes, a cambio de la excarcelación de cerca de 2,000 palestinos. La retirada parcial del ejército israelí permitirá la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Sin embargo, el acuerdo enfrenta desafíos, ya que las familias de los rehenes y algunos analistas políticos advierten sobre su fragilidad. Hamás, por su parte, ha manifestado su escepticismo acerca de la implementación del pacto, enfatizando que las promesas deben ser cumplidas por Israel.
El acuerdo marca un potencial nuevo rumbo en el conflicto israelo-palestino, aunque críticos señalan un sesgo hacia las condiciones israelíes y la desatención de importantes demandas palestinas. Esta primera fase, aunque celebrada como un avance hacia la paz, plantea muchas preguntas sobre los siguientes pasos y la larga historia de desconfianza entre ambos lados.
El pacto incluye la liberación de 48 rehenes israelíes, a cambio de la excarcelación de cerca de 2,000 palestinos. La retirada parcial del ejército israelí permitirá la entrada de ayuda humanitaria en Gaza. Sin embargo, el acuerdo enfrenta desafíos, ya que las familias de los rehenes y algunos analistas políticos advierten sobre su fragilidad. Hamás, por su parte, ha manifestado su escepticismo acerca de la implementación del pacto, enfatizando que las promesas deben ser cumplidas por Israel.
El acuerdo marca un potencial nuevo rumbo en el conflicto israelo-palestino, aunque críticos señalan un sesgo hacia las condiciones israelíes y la desatención de importantes demandas palestinas. Esta primera fase, aunque celebrada como un avance hacia la paz, plantea muchas preguntas sobre los siguientes pasos y la larga historia de desconfianza entre ambos lados.