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Israel reabre la prisión subterránea Rakefet, donde palestinos son retenidos sin cargos y sufren torturas
Decenas de palestinos continúan recluidos en condiciones inhumanas, mientras la comunidad internacional exige una respuesta a las violaciones de derechos humanos.
Publicado: 8 de noviembre de 2025, 20:02
En los últimos meses, Israel ha sido objeto de crecientes críticas por la reapertura de la prisión subterránea Rakefet, donde al menos un millar de palestinos son detenidos sin cargos ni juicio. Las condiciones de reclusión han sido descritas por abogados y organizaciones de derechos humanos como extremadamente duras, con prisioneros que han pasado meses sin ver la luz natural y sujetos a condiciones inhumanas que violan principios de derecho internacional humanitario.
Entre los reclusos se encuentran un enfermero de 34 años y un joven comerciante de 18, ambos detenidos bajo acusaciones vagas y sin acceso a información sobre sus familias o el mundo exterior. Las denuncias incluyen palizas y torturas, confirmadas por el Comité Público contra la Tortura en Israel (PCATI). Las condiciones de vida en Rakefet fueron descritas como deliberadamente horrorosas, llevando a muchos a experimentar problemas psicológicos y físicos severos.
El ministro de Seguridad ultraderechista Itamar Ben-Gvir, ha justificado su uso para retener a presuntos miembros de Hamás y de élite de Hezbolá. Sin embargo, la falta de cambios significativos en las prácticas de detención ha llevado a la condena generalizada de los organismos de derechos humanos respecto al tratamiento de los palestinos en Israel, mientras la comunidad internacional ha exigido que se aborden estas preocupaciones.
Entre los reclusos se encuentran un enfermero de 34 años y un joven comerciante de 18, ambos detenidos bajo acusaciones vagas y sin acceso a información sobre sus familias o el mundo exterior. Las denuncias incluyen palizas y torturas, confirmadas por el Comité Público contra la Tortura en Israel (PCATI). Las condiciones de vida en Rakefet fueron descritas como deliberadamente horrorosas, llevando a muchos a experimentar problemas psicológicos y físicos severos.
El ministro de Seguridad ultraderechista Itamar Ben-Gvir, ha justificado su uso para retener a presuntos miembros de Hamás y de élite de Hezbolá. Sin embargo, la falta de cambios significativos en las prácticas de detención ha llevado a la condena generalizada de los organismos de derechos humanos respecto al tratamiento de los palestinos en Israel, mientras la comunidad internacional ha exigido que se aborden estas preocupaciones.