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Islandia enfrenta su duodécima erupción volcánica desde 2021, provocando evacuaciones pero sin daños significativos reportados
Las autoridades descartan amenazas a infraestructuras y los vuelos continúan operando normalmente tras la reciente actividad volcánica.
Publicado: 16 de julio de 2025, 13:01
El 16 de julio de 2025, un volcán en la península de Reykjanes, al suroeste de Islandia, entró en erupción, marcando la duodécima vez que esta región experimenta un fenómeno similar desde 2021. Según la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI), la erupción fue precedida por la apertura de una fisura de entre 700 y 1.000 metros, desde la cual se han observado impresionantes flujos de lava y columnas de humo. A pesar de la significancia de la erupción, las autoridades han indicado que no hay amenaza inmediata para la infraestructura, y los vuelos desde el aeropuerto de Keflavík, el principal del país, han continuado sin interrupciones.
Por precaución, se llevaron a cabo evacuaciones en áreas cercanas, incluyendo el conocido balneario de la Laguna Azul y la localidad de Grindavík, que fue evacuada en 2023 debido a la actividad volcánica. En esta última erupción, el comunicado de la OMI destacó que se espera que se trate de un evento relativamente pequeño, contrastando con erupciones pasadas como la del volcán Eyjafjallajökull en 2010, que afectó gravemente el tráfico aéreo en Europa. Los expertos advierten que la actividad volcánica en esta región podría continuar por décadas, lo que plantea desafíos para los residentes y las autoridades locales.
La comunidad de Grindavík ha permanecido desierta desde la evacuación de sus casi 4,000 habitantes. Las personas evacuadas destacaron la importancia de las medidas preventivas, ya que la región ha experimentado erupciones continuas que podrían repetirse a lo largo de los años. La tranquilidad actual, donde no se registran daños ni amenazas de gran magnitud, se considera un alivio en el contexto de la actividad sísmica persistente que ha caracterizado a Islandia en los últimos años.
Por precaución, se llevaron a cabo evacuaciones en áreas cercanas, incluyendo el conocido balneario de la Laguna Azul y la localidad de Grindavík, que fue evacuada en 2023 debido a la actividad volcánica. En esta última erupción, el comunicado de la OMI destacó que se espera que se trate de un evento relativamente pequeño, contrastando con erupciones pasadas como la del volcán Eyjafjallajökull en 2010, que afectó gravemente el tráfico aéreo en Europa. Los expertos advierten que la actividad volcánica en esta región podría continuar por décadas, lo que plantea desafíos para los residentes y las autoridades locales.
La comunidad de Grindavík ha permanecido desierta desde la evacuación de sus casi 4,000 habitantes. Las personas evacuadas destacaron la importancia de las medidas preventivas, ya que la región ha experimentado erupciones continuas que podrían repetirse a lo largo de los años. La tranquilidad actual, donde no se registran daños ni amenazas de gran magnitud, se considera un alivio en el contexto de la actividad sísmica persistente que ha caracterizado a Islandia en los últimos años.