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Investigadores logran revertir los síntomas del Alzheimer en ratones mediante una innovadora terapia con nanopartículas.
Un tratamiento basado en nanopartículas bioactivas promete restaurar la función del cerebro y eliminar las toxinas asociadas al Alzheimer.
Publicado: 7 de octubre de 2025, 12:06
Un equipo de investigación internacional, codirigido por el Instituto de Bioingeniería de Cataluña (IBEC) y el Hospital West China de la Universidad de Sichuan, ha logrado un avance significativo en el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. En un estudio reciente, los investigadores demostraron que una estrategia innovadora que utiliza nanopartículas bioactivas puede revertir los síntomas del Alzheimer en ratones. Este avance es crucial, ya que el Alzheimer es una de las enfermedades neurodegenerativas más devastadoras, afectando a aproximadamente 33 millones de personas en el mundo.
Los investigadores aseguran que una hora después de la primera dosi ya se observan efectos terapéuticos. Y que “con tres inyecciones, se recuperan entre 20 y 30 años de capacidades cognitivas”. El enfoque de este tratamiento se centra en la restauración de la función de la barrera hematoencefálica (BHE), un sistema vascular que regula el ambiente cerebral y protege al cerebro de sustancias perjudiciales. Las nanopartículas utilizadas actúan como "fármacos supramoleculares" que no solo sirven como transportadores de medicamentos, sino que tienen propiedades bioactivas en sí mismas. Esto permite que las nanopartículas intervengan directamente en el mecanismo que elimina las proteínas tóxicas, como la beta-amiloide, que se acumulan en el cerebro y que son responsables del deterioro cognitivo asociado al Alzheimer.
Los investigadores, liderados por Giuseppe Battaglia, profesor de investigación ICREA en el IBEC, explican que el tratamiento ha demostrado resultados notables en modelos de ratones, con una reducción del 50-60% de la cantidad de proteína Aβ dentro del cerebro en solo una hora tras la inyección. Después de tres inyecciones, los ratones mostraron una significativa recuperación de sus capacidades cognitivas, con efectos observables que pueden ser comparados a la preservación de la salud cognitiva de un humano de entre 20 a 30 años.
Sin embargo, los investigadores son cautelosos sobre las implicaciones de estos resultados en humanos, reconociendo que los ensayos clínicos son el siguiente paso necesario para determinar la eficacia del tratamiento en pacientes con Alzheimer. Este estudio ofrece esperanzas renovadas en la búsqueda de tratamientos efectivos para esta enfermedad devastadora, resaltando la importancia de abordar no solo las neuronas afectadas, sino también el papel crucial del sistema vascular en el proceso de la enfermedad.
Los investigadores aseguran que una hora después de la primera dosi ya se observan efectos terapéuticos. Y que “con tres inyecciones, se recuperan entre 20 y 30 años de capacidades cognitivas”. El enfoque de este tratamiento se centra en la restauración de la función de la barrera hematoencefálica (BHE), un sistema vascular que regula el ambiente cerebral y protege al cerebro de sustancias perjudiciales. Las nanopartículas utilizadas actúan como "fármacos supramoleculares" que no solo sirven como transportadores de medicamentos, sino que tienen propiedades bioactivas en sí mismas. Esto permite que las nanopartículas intervengan directamente en el mecanismo que elimina las proteínas tóxicas, como la beta-amiloide, que se acumulan en el cerebro y que son responsables del deterioro cognitivo asociado al Alzheimer.
Los investigadores, liderados por Giuseppe Battaglia, profesor de investigación ICREA en el IBEC, explican que el tratamiento ha demostrado resultados notables en modelos de ratones, con una reducción del 50-60% de la cantidad de proteína Aβ dentro del cerebro en solo una hora tras la inyección. Después de tres inyecciones, los ratones mostraron una significativa recuperación de sus capacidades cognitivas, con efectos observables que pueden ser comparados a la preservación de la salud cognitiva de un humano de entre 20 a 30 años.
Sin embargo, los investigadores son cautelosos sobre las implicaciones de estos resultados en humanos, reconociendo que los ensayos clínicos son el siguiente paso necesario para determinar la eficacia del tratamiento en pacientes con Alzheimer. Este estudio ofrece esperanzas renovadas en la búsqueda de tratamientos efectivos para esta enfermedad devastadora, resaltando la importancia de abordar no solo las neuronas afectadas, sino también el papel crucial del sistema vascular en el proceso de la enfermedad.