Inundaciones monzónicas provocan más de 300 muertes y cientos de desaparecidos en India y Pakistán, un desastre humanitario en curso.

Las lluvias monzónicas que han azotado el norte de India y Pakistán desde el inicio de la temporada han desencadenado inundaciones devastadoras, resultando en más de 300 muertes y cientos de personas desaparecidas. En particular, los distritos de Kishtwar y Buner se han visto gravemente afectados, donde las autoridades locales han reportado un balance trágico. En Cachemira, India, al menos 60 personas han perdido la vida y más de 200 continúan desaparecidas después de que la aldea de Chasoti fuera arrasada por una riada repentina.

Las autoridades indias informaron que rescataron a más de 160 personas, pero temen que muchas más se encuentren atrapadas bajo los escombros. La situación es igualmente crítica al otro lado de la frontera, donde las lluvias en Pakistán han dejado al menos 194 muertos en las últimas 24 horas. El número total de muertes en el país ya supera las 500 desde que comenzó la temporada de monzones a fines de junio. Las autoridades locales han destacado que la provincia de Khyber Pakhtunkhwa es la más afectada, con informes de más de 100 muertes en un solo día.

Un aspecto trágico que complica los esfuerzos de rescate es el accidente de un helicóptero de rescate en Pakistán que se estrelló debido a las malas condiciones climáticas, causando la muerte de cinco tripulantes. Las operaciones de rescate se han visto obstaculizadas por el mal tiempo y el difícil acceso a algunas áreas afectadas, lo que ha llevado a las autoridades a usar helicópteros en circunstancias muy complicadas. En respuesta al desastre, el gobierno de Pakistán ha declarado el estado de emergencia en varias regiones y ha desplegado equipos de rescate para ayudar a las aldeas incomunicadas.