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Indignación en Pakistán por asesinato por honor que cobró la vida de una joven y su esposo
Las autoridades han arrestado a 16 sospechosos después de que el crimen se hiciera viral, desatando protestas en todo el país
Publicado: 29 de julio de 2025, 19:54
El reciente asesinato de Bano Bibi y Ehsan Ullah Samalani en Nasirabad, al suroeste de Pakistán, ha provocado una ola de indignación a nivel nacional. Este doble homicidio, enmarcado en el contexto de los denominados 'crímenes de honor', ha evidenciado la persistente violencia de género en el país. El suceso, grabado y compartido en un vídeo que ha alcanzado más de 240 millones de visualizaciones, retrata el momento en que Bano es asesinada a manos de su hermano mientras él intenta justificarse con una tradición arcaica relacionada con el honor familiar.
El asesinato no solo ha desatado la conmoción en la sociedad, sino que también ha llevado a la detención de 16 personas involucradas, incluyendo a un jefe tribal. Las manifestaciones que sucedieron a raíz del crimen han alineado a diversas organizaciones de derechos humanos que han exigido justicia. A pesar de que Pakistán prohibió formalmente los asesinatos por honor en 2016, la implementación de estas leyes sigue siendo muy deficiente, especialmente en áreas rurales donde los códigos tribales tradicionales prevalecen.
Las historias de Bano y Ehsan no son casos aislados; al menos 405 crímenes de honor fueron reportados en el país durante 2024. La atención mediática y las protestas esperanzadoras pueden llevar a un nuevo enfoque en la lucha contra la violencia de género en Pakistán, destacando la necesidad de desmantelar no solo las prácticas judiciales paralelas, sino también el sistema que perpetúa la desigualdad y la violencia en nombre del honor.
El asesinato no solo ha desatado la conmoción en la sociedad, sino que también ha llevado a la detención de 16 personas involucradas, incluyendo a un jefe tribal. Las manifestaciones que sucedieron a raíz del crimen han alineado a diversas organizaciones de derechos humanos que han exigido justicia. A pesar de que Pakistán prohibió formalmente los asesinatos por honor en 2016, la implementación de estas leyes sigue siendo muy deficiente, especialmente en áreas rurales donde los códigos tribales tradicionales prevalecen.
Las historias de Bano y Ehsan no son casos aislados; al menos 405 crímenes de honor fueron reportados en el país durante 2024. La atención mediática y las protestas esperanzadoras pueden llevar a un nuevo enfoque en la lucha contra la violencia de género en Pakistán, destacando la necesidad de desmantelar no solo las prácticas judiciales paralelas, sino también el sistema que perpetúa la desigualdad y la violencia en nombre del honor.