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Impacto económico de las políticas migratorias en el Reino Unido y Estados Unidos: una perspectiva comparativa
Las decisiones en materia de inmigración de ambos países afectan sus economías y sociedades de manera significativa.
Publicado: 23 de diciembre de 2025, 11:07
Las políticas migratorias han generado un intenso debate sobre su impacto en las economías y sociedades de Reino Unido y Estados Unidos. El Gobierno británico, bajo el liderazgo de Keir Starmer, ha implementado normativas que limitan la llegada de trabajadores y estudiantes extranjeros, lo que podría costar al Estado hasta 12.000 millones de euros en ingresos fiscales. Economistas advierten que estas políticas obstaculizan el crecimiento y acentúan las dificultades económicas, especialmente en sectores dependientes de mano de obra inmigrante.
En Estados Unidos, la administración de Donald Trump promovió políticas antiinmigración que podrían resultar más costosas a largo plazo que las barreras arancelarias. La retórica de cierre de fronteras ha desalentado a profesionales cualificados y ha llevado a una pérdida potencial de crecimiento económico. Ambos casos reflejan una tendencia común en economías avanzadas donde el envejecimiento poblacional plantea desafíos significativos y las restricciones inmigratorias podrían traducirse en pérdidas económicas tangibles.
Los economistas sugieren que las consecuencias de limitar la inmigración en ambos países podrían agravar los problemas económicos existentes, destacando la necesidad de evaluar el impacto integral de tales políticas en el crecimiento y el dinamismo económico.
En Estados Unidos, la administración de Donald Trump promovió políticas antiinmigración que podrían resultar más costosas a largo plazo que las barreras arancelarias. La retórica de cierre de fronteras ha desalentado a profesionales cualificados y ha llevado a una pérdida potencial de crecimiento económico. Ambos casos reflejan una tendencia común en economías avanzadas donde el envejecimiento poblacional plantea desafíos significativos y las restricciones inmigratorias podrían traducirse en pérdidas económicas tangibles.
Los economistas sugieren que las consecuencias de limitar la inmigración en ambos países podrían agravar los problemas económicos existentes, destacando la necesidad de evaluar el impacto integral de tales políticas en el crecimiento y el dinamismo económico.