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Impacto de la inteligencia artificial en la economía y los mercados en 2026: oportunidades y desafíos por venir
La evolución de la IA plantea retos económicos y de inversión, así como la necesidad de un marco fiscal adecuado para su desarrollo sostenible.
Publicado: 15 de diciembre de 2025, 02:32
La inteligencia artificial (IA) es vista como un motor de cambio significativo en la economía global, con un impacto proyectado en los mercados y la necesidad de adaptaciones fiscales para maximizar su beneficio social. Se espera que la bolsa tenga un aumento sostenido gracias a la IA, aunque el incremento en precios y la escasez de recursos como chips podrían encarecer su uso. La preocupación por las valoraciones del mercado también es palpable, ya que las empresas deben cumplir con las expectativas de crecimiento de beneficios.
El debate sobre el gravamen a la IA es urgente, dado que los trabajadores humanos enfrentan una mayor carga impositiva que el capital asociado a tecnologías como la IA. La implementación de un impuesto sobre la IA se considera una forma de equilibrar esta situación y resguardar la recaudación fiscal. Un informe de Moody's indica que el costo de operar con IA podría aumentar significativamente debido a la creciente demanda de capacidad computacional y a la falta de recursos, lo que añade incertidumbre sobre los beneficios esperados de la IA.
La inversión en sectores que se beneficien de la productividad de la IA es clave, con grandes multinacionales aplicando estas tecnologías, mientras que las pequeñas empresas enfrentan mayores retos. A medida que se integren nuevas regulaciones fiscales y se ajusten las estructuras de costos, el impacto de la IA en la economía se volverá un tema crucial que demandará atención de los responsables de políticas públicas para favorecer un desarrollo sostenible.
El debate sobre el gravamen a la IA es urgente, dado que los trabajadores humanos enfrentan una mayor carga impositiva que el capital asociado a tecnologías como la IA. La implementación de un impuesto sobre la IA se considera una forma de equilibrar esta situación y resguardar la recaudación fiscal. Un informe de Moody's indica que el costo de operar con IA podría aumentar significativamente debido a la creciente demanda de capacidad computacional y a la falta de recursos, lo que añade incertidumbre sobre los beneficios esperados de la IA.
La inversión en sectores que se beneficien de la productividad de la IA es clave, con grandes multinacionales aplicando estas tecnologías, mientras que las pequeñas empresas enfrentan mayores retos. A medida que se integren nuevas regulaciones fiscales y se ajusten las estructuras de costos, el impacto de la IA en la economía se volverá un tema crucial que demandará atención de los responsables de políticas públicas para favorecer un desarrollo sostenible.