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Hombre condenado a 147 años de prisión por pagar a madres para que violasen a sus hijas
El acusado grabó los abusos a través de internet y acumuló más de 250 archivos en menos de un año.
Publicado: 25 de abril de 2025, 19:26
Un hombre ha sido condenado a una pena de 147 años de cárcel tras aceptar su culpabilidad en la comisión de 37 delitos sexuales, en un caso de extrema gravedad donde pagaba a madres en situación de vulnerabilidad para que abusaran sexualmente de sus propias hijas menores. Este acuerdo ha sido confirmado por fuentes judiciales en la Audiencia de Sevilla, donde se llevó a cabo el juicio.
El acusado, que tiene aproximadamente 40 años, realizó las transacciones a través de videollamadas y retransmisiones en vivo, grabando los abusos que perpetraba. Durante menos de un año, se estima que acumuló más de 250 archivos de contenido pornográfico infantil, según informes de medios locales. Inicialmente, la Fiscalía había solicitado una condena de 315 años, pero tras negociaciones, se redujo a 147 años, permitiendo que el procesado cumpla un máximo de 20 años de prisión efectiva por su condición de alteración psíquica.
Los investigadores han identificado hasta 15 individuos que actuaron como cómplices del acusado, pero la mayoría de ellos se encuentra en el extranjero, lo que complica su localización y el establecimiento de responsabilidades. Esta situación resalta la complejidad de la red de explotación que operaba en torno al caso y la vulnerabilidad de las víctimas involucradas.
El acusado, que tiene aproximadamente 40 años, realizó las transacciones a través de videollamadas y retransmisiones en vivo, grabando los abusos que perpetraba. Durante menos de un año, se estima que acumuló más de 250 archivos de contenido pornográfico infantil, según informes de medios locales. Inicialmente, la Fiscalía había solicitado una condena de 315 años, pero tras negociaciones, se redujo a 147 años, permitiendo que el procesado cumpla un máximo de 20 años de prisión efectiva por su condición de alteración psíquica.
Los investigadores han identificado hasta 15 individuos que actuaron como cómplices del acusado, pero la mayoría de ellos se encuentra en el extranjero, lo que complica su localización y el establecimiento de responsabilidades. Esta situación resalta la complejidad de la red de explotación que operaba en torno al caso y la vulnerabilidad de las víctimas involucradas.