Progresista 100%Conservador 0%
Harvard se enfrenta a las amenazas de Trump: resistencia que podría marcar un punto de inflexión
La Universidad se opone a las demandas del Gobierno, que amenazan su estatus fiscal y la libertad académica.
Publicado: 16 de abril de 2025, 05:38
La Universidad de Harvard ha decidido no ceder ante las demandas de la administración Trump, que amenaza con retirar su estatus de exención fiscal y ha congelado 2.200 millones de dólares en fondos federales. Esta situación se produce en un contexto de debate sobre la libertad académica y el antisemitismo en los campus universitarios. Harvard alega que las exigencias del Gobierno invaden libertades universitarias reconocidas por el Tribunal Supremo.
El Gobierno federal ha condicionado su financiación a que Harvard termine con sus programas de diversidad y vigile la orientación ideológica de sus estudiantes extranjeros. En contraste, la Universidad de Columbia ha optado por negociar. La postura de Harvard representa una resistencia ante lo que algunos consideran una ofensiva del Gobierno contra un supuesto sesgo liberal en las universidades, generando un debate sobre la autonomía académica.
Con acusaciones de que el Gobierno de Trump utiliza el antisemitismo como pretexto para atacar instituciones liberales, este conflicto puede catalizar un debate más amplio sobre la independencia académica en EE. UU. y cómo las universidades deben gestionar la financiación pública en relación a su misión educativa.
El Gobierno federal ha condicionado su financiación a que Harvard termine con sus programas de diversidad y vigile la orientación ideológica de sus estudiantes extranjeros. En contraste, la Universidad de Columbia ha optado por negociar. La postura de Harvard representa una resistencia ante lo que algunos consideran una ofensiva del Gobierno contra un supuesto sesgo liberal en las universidades, generando un debate sobre la autonomía académica.
Con acusaciones de que el Gobierno de Trump utiliza el antisemitismo como pretexto para atacar instituciones liberales, este conflicto puede catalizar un debate más amplio sobre la independencia académica en EE. UU. y cómo las universidades deben gestionar la financiación pública en relación a su misión educativa.