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Gintautas Paluckas dimite como primer ministro de Lituania en medio de escándalos de corrupción y protestas políticas
La dimisión de Paluckas desata una crisis en el gobierno lituano, afectando la estabilidad política del país a menos de un año de asumir el cargo.
Publicado: 31 de julio de 2025, 19:26
El primer ministro de Lituania, Gintautas Paluckas, ha presentado su dimisión en un contexto de creciente presión y escándalos relacionados con su gestión. Su renuncia se produce tras la revelación de múltiples conflictos de interés y una investigación sobre sus vínculos empresariales, incluyendo irregularidades en torno a su empresa privada, Garnis. El presidente lituano, Gitanas Nausėda, pidió a Paluckas enfrentar una moción de confianza, intensificando la presión y provocando protestas pidiendo su renuncia.
Las investigaciones abarcan empresas vinculadas a Paluckas, como Dankora, y cuestionan su transparencia y ética en el liderazgo. A pesar de su negativa a cualquier irregularidad, su dimisión podría reconfigurar las coaliciones políticas en un contexto geopolítico tenso con Rusia en la región. La situación añade incertidumbre sobre el futuro político de Lituania, con la corrupción como un tema central en la agenda pública.
Paluckas, quien había sido investigado en el pasado por abuso de autoridad, enfrenta un futuro incierto tras su salida, y su renuncia implicará la disolución del gobierno, forzando al presidente a nombrar ministros interinos en un clima de desconfianza institucional.
Las investigaciones abarcan empresas vinculadas a Paluckas, como Dankora, y cuestionan su transparencia y ética en el liderazgo. A pesar de su negativa a cualquier irregularidad, su dimisión podría reconfigurar las coaliciones políticas en un contexto geopolítico tenso con Rusia en la región. La situación añade incertidumbre sobre el futuro político de Lituania, con la corrupción como un tema central en la agenda pública.
Paluckas, quien había sido investigado en el pasado por abuso de autoridad, enfrenta un futuro incierto tras su salida, y su renuncia implicará la disolución del gobierno, forzando al presidente a nombrar ministros interinos en un clima de desconfianza institucional.