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Gaza sufre una nueva masacre con más de 90 muertos mientras se intensifica la crisis humanitaria y la presión internacional por el reconocimiento de Palestina
La situación humanitaria en Gaza se agrava a medida que continúan los ataques israelíes y crece la presión global para reconocer a Palestina.
Publicado: 31 de julio de 2025, 19:19
Al menos 91 gazatíes han muerto en las últimas horas mientras intentaban conseguir ayuda humanitaria en diferentes puntos de la Franja de Gaza, destacando el cruce de Zikim como uno de los lugares más críticos. Este incidente se produce en medio de un contexto de creciente hambruna y violencia, exacerbado por el bloqueo israelí que se ha prolongado más de dos meses. La ONU ha advertido que el 100% de la población de Gaza está en riesgo de hambruna, y varios países han expresado su intención de reconocer a Palestina, a pesar de la falta de medidas efectivas contra Israel.
La situación ha llevado a organizaciones internacionales a pedir un cese de las hostilidades y un aumento en la ayuda disponible, mientras las cifras de muertes continúan aumentando. Desde el inicio de la distribución de ayuda a finales de mayo, más de 1.200 personas han sido asesinadas. La crisis ha desatado condenas y llamados a la acción, con un alarmante aumento en las tasas de desnutrición entre los niños de Gaza, donde hasta el 95% de la población está subalimentada y hasta un 39% de los niños están pasando días sin comer.
El conflicto genera una creciente presión internacional sobre Israel, en un contexto donde se han documentado disparos del Ejército israelí durante momentos designados para permitir el acceso a ayuda humanitaria, lo que ha dejado heridos y ha incrementado el clamor global por justicia y reconocimiento del estado palestino. Según la coordinadora de Salud y Nutrición de Médicos Sin Fronteras, Montse Escruela, Gaza se ha convertido en el lugar con más hambruna del planeta, con miles de bebés expuestos a condiciones críticas que podrían ser evitadas con un leve alivio del cerco.
La situación es aún más preocupante ya que al menos 71.000 menores y más de 17.000 madres necesitan tratamiento urgente contra la desnutrición aguda, según informes recientes. Más de 116.000 toneladas de ayuda alimentaria están bloqueadas en los corredores humanitarios de Gaza, y las estadísticas indican que, desde el inicio del bloqueo, al menos 57 bebés han fallecido directamente por inanición.
En este contexto trágico, el Gobierno israelí parece continuar su estrategia sin cambios, lo que exige una respuesta internacional contundente para detener la crisis humanitaria inminente.
La situación ha llevado a organizaciones internacionales a pedir un cese de las hostilidades y un aumento en la ayuda disponible, mientras las cifras de muertes continúan aumentando. Desde el inicio de la distribución de ayuda a finales de mayo, más de 1.200 personas han sido asesinadas. La crisis ha desatado condenas y llamados a la acción, con un alarmante aumento en las tasas de desnutrición entre los niños de Gaza, donde hasta el 95% de la población está subalimentada y hasta un 39% de los niños están pasando días sin comer.
El conflicto genera una creciente presión internacional sobre Israel, en un contexto donde se han documentado disparos del Ejército israelí durante momentos designados para permitir el acceso a ayuda humanitaria, lo que ha dejado heridos y ha incrementado el clamor global por justicia y reconocimiento del estado palestino. Según la coordinadora de Salud y Nutrición de Médicos Sin Fronteras, Montse Escruela, Gaza se ha convertido en el lugar con más hambruna del planeta, con miles de bebés expuestos a condiciones críticas que podrían ser evitadas con un leve alivio del cerco.
La situación es aún más preocupante ya que al menos 71.000 menores y más de 17.000 madres necesitan tratamiento urgente contra la desnutrición aguda, según informes recientes. Más de 116.000 toneladas de ayuda alimentaria están bloqueadas en los corredores humanitarios de Gaza, y las estadísticas indican que, desde el inicio del bloqueo, al menos 57 bebés han fallecido directamente por inanición.
En este contexto trágico, el Gobierno israelí parece continuar su estrategia sin cambios, lo que exige una respuesta internacional contundente para detener la crisis humanitaria inminente.