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Fuerza Aérea de Israel bombardea el reactor nuclear de Arak y numerosos objetivos militares en Irán para frenar el desarrollo nuclear
El ataque se produce en el contexto de crecientes tensiones entre Israel e Irán y busca debilitar el potencial nuclear del régimen iraní.
Publicado: 19 de junio de 2025, 21:25
En la madrugada del 19 de junio de 2025, la Fuerza Aérea de Israel llevó a cabo una ofensiva aérea de gran magnitud contra varios objetivos estratégicos en Irán, destacando el ataque al reactor nuclear de agua pesada ubicado en Arak. Esta acción, que involucró a unos 40 aviones de combate y el lanzamiento de más de 100 municiones, se enmarca como parte de las medidas de Israel para frenar el avance del programa nuclear iraní, el cual considera una amenaza directa a su seguridad nacional.
El ataque se centró en la estructura de contención del reactor de Arak, un elemento crucial para la producción de plutonio-239, considerado material clave en la fabricación de armas nucleares. Además del reactor, se atacaron otras instalaciones relevantes en Natanz y fábricas de misiles balísticos. La ofensiva es parte de una serie de ataques de Israel en respuesta al aumento de la actividad militar iraní. Este aumento en la actividad ha coincidido con el lanzamiento de misiles hipersónicos por parte de Irán, conocidos como 'Fattah', capaces de superar la Cúpula de Hierro israelí y alcanzar objetivos civiles, lo que intensifica la escalada del conflicto.
La comunidad internacional, incluida la ONU y el OIEA, ha hecho llamados a la moderación, enfatizando los altos riesgos de seguridad que estos enfrentamientos suponen. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que Irán pagará por los recientes ataques, mientras que el presidente de EE. UU., Donald Trump, se encuentra evaluando su posible intervención en el conflicto, lo que podría alterar significativamente la dinámica regional. A raíz del ataque, la televisión estatal iraní reportó que no existía riesgo de radiación, pero las tensiones han llevado a preocupaciones sobre un posible conflicto a gran escala en la región.
El ataque se centró en la estructura de contención del reactor de Arak, un elemento crucial para la producción de plutonio-239, considerado material clave en la fabricación de armas nucleares. Además del reactor, se atacaron otras instalaciones relevantes en Natanz y fábricas de misiles balísticos. La ofensiva es parte de una serie de ataques de Israel en respuesta al aumento de la actividad militar iraní. Este aumento en la actividad ha coincidido con el lanzamiento de misiles hipersónicos por parte de Irán, conocidos como 'Fattah', capaces de superar la Cúpula de Hierro israelí y alcanzar objetivos civiles, lo que intensifica la escalada del conflicto.
La comunidad internacional, incluida la ONU y el OIEA, ha hecho llamados a la moderación, enfatizando los altos riesgos de seguridad que estos enfrentamientos suponen. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que Irán pagará por los recientes ataques, mientras que el presidente de EE. UU., Donald Trump, se encuentra evaluando su posible intervención en el conflicto, lo que podría alterar significativamente la dinámica regional. A raíz del ataque, la televisión estatal iraní reportó que no existía riesgo de radiación, pero las tensiones han llevado a preocupaciones sobre un posible conflicto a gran escala en la región.