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Francia despliega 80,000 policías ante las protestas del movimiento "Bloqueemoslo todo" que recuerdan a los 'chalecos amarillos'
Un clima de tensión social y política se intensifica con el nuevo movimiento, que exige mejoras en los servicios públicos y está respaldado por fuerzas progresistas.
Publicado: 9 de septiembre de 2025, 19:14
Francia se prepara para una jornada de tensas protestas este miércoles, con el despliegue de 80,000 policías y gendarmes, ante las acciones convocadas por el movimiento "Bloqueemoslo todo". Este nuevo movimiento busca paralizar los transportes y otros servicios, recordando las movilizaciones de los 'chalecos amarillos'. El contexto político es crítico, ya que Francia cuenta con un Gobierno en funciones tras la caída del Ejecutivo centrista de François Bayrou, lo que agudiza la inestabilidad social en el país.
"Bloqueemoslo todo" denuncia medidas de austeridad planificadas por el Gobierno, incluyendo recortes significativos en gastos públicos y congelación de prestaciones sociales. Este movimiento destaca por su naturaleza apartidaria y su organización a través de las redes sociales, así como por su apoyo político más definido a la izquierda, a diferencia del heterogéneo enfoque de los 'chalecos amarillos'. Las protestas están programadas en un clima de creciente descontento social, con advertencias de las autoridades sobre la no tolerancia hacia bloqueos.
Las preparaciones incluyen medidas drásticas como la reducción de vuelos en aeropuertos de Niza y Córcega, anticipando así impactos disruptivos en la movilidad nacional. La respuesta de los activistas muestra una anticipación de represión, al distribuir folletos sobre cómo actuar en caso de detenciones, lo que resalta la tensión inminente en esta movilización.
"Bloqueemoslo todo" denuncia medidas de austeridad planificadas por el Gobierno, incluyendo recortes significativos en gastos públicos y congelación de prestaciones sociales. Este movimiento destaca por su naturaleza apartidaria y su organización a través de las redes sociales, así como por su apoyo político más definido a la izquierda, a diferencia del heterogéneo enfoque de los 'chalecos amarillos'. Las protestas están programadas en un clima de creciente descontento social, con advertencias de las autoridades sobre la no tolerancia hacia bloqueos.
Las preparaciones incluyen medidas drásticas como la reducción de vuelos en aeropuertos de Niza y Córcega, anticipando así impactos disruptivos en la movilidad nacional. La respuesta de los activistas muestra una anticipación de represión, al distribuir folletos sobre cómo actuar en caso de detenciones, lo que resalta la tensión inminente en esta movilización.