Progresista 100%Conservador 0%
Familias de Culleredo recuperan los restos de represaliados 73 años después, marcando un emotivo acto de memoria histórica.
La recuperación de los restos de José Galán y Manuel Ramiro representa un cierre para sus familias y un llamado a la justicia histórica.
Publicado: 25 de agosto de 2025, 19:16
En un emotivo acto celebrado en Culleredo, A Coruña, dos familias han recuperado los restos de sus seres queridos, José Galán Núñez y Manuel Ramiro Souto, quienes fueron asesinados hace 73 años durante la represión franquista. La ceremonia, organizada por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, estuvo marcada por momentos de intensa emoción y reflexiones sobre la memoria colectiva.
Los restos de Galán y Souto fueron recibidos con música de gaitas y cubiertos con banderas gallegas y rosas rojas, simbolizando el honor y el respeto hacia los represaliados. Alberto Gómez, sobrino de Galán, destacó que este día "marca el final de un capítulo" en la historia familiar. Emilio Silva, presidente de la Asociación, lamentó la tardanza en localizar a estas víctimas y enfatizó que la situación actual, donde la juventud puede despreciar la democracia, es consecuencia de años de silencio sobre la represión.
La ceremonia no solo fue un momento de despedida para las familias, sino también un llamado a la sociedad para que no se olvide de la historia y las injusticias sufridas. El párroco de Visantoña subrayó la importancia de actos como este para "cambiar la conciencia" sobre el pasado, y la entrega de pertenencias de los represaliados permite mantener viva la memoria de sus seres queridos y resaltar la necesidad de reconocer a todas las víctimas de la dictadura.
Los restos de Galán y Souto fueron recibidos con música de gaitas y cubiertos con banderas gallegas y rosas rojas, simbolizando el honor y el respeto hacia los represaliados. Alberto Gómez, sobrino de Galán, destacó que este día "marca el final de un capítulo" en la historia familiar. Emilio Silva, presidente de la Asociación, lamentó la tardanza en localizar a estas víctimas y enfatizó que la situación actual, donde la juventud puede despreciar la democracia, es consecuencia de años de silencio sobre la represión.
La ceremonia no solo fue un momento de despedida para las familias, sino también un llamado a la sociedad para que no se olvide de la historia y las injusticias sufridas. El párroco de Visantoña subrayó la importancia de actos como este para "cambiar la conciencia" sobre el pasado, y la entrega de pertenencias de los represaliados permite mantener viva la memoria de sus seres queridos y resaltar la necesidad de reconocer a todas las víctimas de la dictadura.