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Exceltur reduce la proyección de crecimiento del turismo en España para 2025 al 2,8% debido a la desaceleración nacional e internacional

El sector turístico empieza a normalizarse tras años de crecimiento acelerado, afectado por la menor demanda interna y la debilidad de mercados clave.

Publicado: 7 de octubre de 2025, 12:16

El sector turístico español está atravesando una etapa de normalización, con una nueva proyección de crecimiento del PIB turístico para 2025 del 2,8%. Este ajuste se debe a la disminución de la demanda tanto nacional como de turistas internacionales, especialmente de países clave como Alemania, Francia, Italia y Bélgica. Anteriormente, el turismo había sido un motor fundamental de la economía, pero ahora se espera que solo represente el 13% del crecimiento total en 2025.

A pesar de pronósticos pesimistas, el sector ha observado un aumento de ingresos, impulsado por el crecimiento en el segmento de lujo, aunque el turismo en general se enfrenta a desafíos, como un absentismo laboral de hasta el 8%, afectando la productividad. Preocupaciones sobre la capacidad de adaptación del sector a un entorno económico incierto son evidentes, enfatizando la necesidad de innovación y adaptación a nuevas realidades. La moderación de la actividad turística ha llevado a datos preocupantes, como que, a cierre de septiembre, la creación de empleo en el sector se ha situado por debajo del aumento registrado en el resto de la economía española, alcanzando solo un 2,1% con 48.442 afiliados.

En el contexto general del turismo, la ola de calor también ha impactado negativamente en los hoteles urbanos, afectando a ciudades como Barcelona, que vio una disminución del 1,7% en ingresos turísticos, mientras que las costas continuaron registrando crecimientos moderados.

En conclusión, el panorama del turismo en España está en un punto de inflexión, donde los datos recientes reflejan tanto un crecimiento moderado en segmentos específicos como un contexto más amplio de incertidumbre y desaceleración económica. Exceltur ha rebajado su pronóstico de crecimiento del PIB turístico desde el 3,3% al 2,8%, subrayando que el turismo ya no será el gran dinamizador de la economía y llamando a una política de Estado que impulse innovación, sostenibilidad y mejora de las condiciones laborales en el sector.