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Europa lidera la descarbonización del acero mientras la eficiencia energética se vuelve clave para su competitividad

Inversiones millonarias en acero bajo en carbono y la necesidad de eficiencia energética marcan la agenda industrial europea.

Publicado: 15 de diciembre de 2025, 03:44

En un momento decisivo para la industria europea, la transición hacia un modelo más sostenible se torna imprescindible. Europa se posiciona a la vanguardia en la inversión para descarbonizar la producción de acero, un sector que representa entre el 7% y el 9% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Alemania encabeza los esfuerzos con una inversión de 7.000 millones de euros, seguida por Francia, Bélgica y los Países Bajos. Esta movilización de recursos responde a objetivos climáticos rigurosos y busca corregir fallos del mercado.

Paralelamente, la eficiencia energética se ha convertido en un elemento crucial para la competitividad en sectores como la siderurgia, donde la energía representa un 13% de la facturación. Según un nuevo informe de la OCDE, Asturias, tradicionalmente una región minera, ha comenzado a atraer inversiones enfocadas en la transición energética, lo que es un indicio del cambio en el panorama industrial europeo. Las empresas están invirtiendo en tecnologías eficientes y sostenibles, viendo en la descarbonización una oportunidad estratégica. Además, el informe de Grantham advierte sobre la desigualdad en la asignación de recursos entre países y hace hincapié en la necesidad de colaboración con economías emergentes.

Un dato relevante es que, a pesar del aumento de precios en productos como el aceite de oliva, que recientemente ha subido debido a diversos factores climáticos, la industria del acero sigue apostando por la descarbonización. Los precios del aceite de oliva han experimentado fluctuaciones significativas, afectando el costo de producción de alimentos y otros productos derivados, lo cual podría vincularse indirectamente a la situación energética en Europa. La sinergia entre la inversión en descarbonización y la mejora en la eficiencia energética será crucial para que Europa mantenga su liderazgo industrial, convirtiendo la sostenibilidad en una palanca de crecimiento económico y competitividad.