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Europa enfrenta un dilema sobre su defensa ante el aumento del gasto militar impulsado por Trump y la necesidad de autonomía
En medio de la presión estadounidense, líderes europeos debaten sobre el incremento del gasto en defensa y el fortalecimiento de la capacidad colectiva.
Publicado: 26 de junio de 2025, 13:17
La reciente cumbre de la OTAN ha desatado un intenso debate sobre el aumento del gasto militar en Europa, impulsado en gran medida por la presión del presidente estadounidense, Donald Trump. Un acuerdo sugiere elevar el gasto de defensa de los países miembros del 2% al 5% del PIB, lo que ha suscitado críticas sobre las implicaciones sociales y económicas de un gasto militar tan elevado.
Desde elDiario.es se argumenta que el aumento es una solicitud impulsiva de Trump, quien no ha justificado claramente estas cifras. A su vez, El País señala que independientemente de las motivaciones de Trump, la necesidad de que Europa aumente su capacidad defensiva es innegable. Líderes como la canciller alemana y el presidente francés han mostrado un deseo por unificar esfuerzos en defensa, ante los crecientes temores sobre la seguridad en el contexto de las tensiones con Rusia y China.
Además, el liderazgo de la OTAN ha destacado que aunque se acuerde un aumento del 5% para 2035, la realidad es que Europa dista de estar preparada para defenderse, con una dependencia aún significativa de la tecnología y producción estadounidense. Un informe del Instituto de Kiel apunta que la capacidad de Europa depende enormemente de las importaciones, y sugiere que, sin un cambio en la inversión y en la tecnología, la defensa europea podría estar comprometida en el futuro próximo.
Josep Borrell, ex alto representante de la UE, sugiere la importancia de la defensa colectiva en vez de incrementar el gasto militar sin una estrategia unificada. Advierte que la dependencia de Estados Unidos ha convertido a Europa en un ‘protectorado militar’. Esta situación subraya la necesidad de que Europa construya una defensa autónoma mientras enfrenta la falta de consenso sobre cómo proceder. Por otra parte, Trump ha lanzado advertencias sobre aranceles a los países que no cumplan con sus porcentajes de gasto militar, lo que ha sido visto por muchos líderes europeos como una amenaza que podría fracturar la unidad de la OTAN. A pesar de la presión, Sánchez ha reiterado su compromiso de mantener el gasto de defensa en un nivel razonable, y ha señalado que es fundamental encontrar un balance que no comprometa los servicios públicos en España.
Este debate se enmarca dentro de un contexto político tenso, donde el conflicto por la amnistía a los líderes independentistas también ha llevado a reflexiones sobre la estabilidad política interna de España. Se argumenta que las decisiones estratégicas sobre defensa no deberían tomarse en un ambiente tan polarizado, y que es crucial para la estabilidad tanto a nivel nacional como europeo.
Desde elDiario.es se argumenta que el aumento es una solicitud impulsiva de Trump, quien no ha justificado claramente estas cifras. A su vez, El País señala que independientemente de las motivaciones de Trump, la necesidad de que Europa aumente su capacidad defensiva es innegable. Líderes como la canciller alemana y el presidente francés han mostrado un deseo por unificar esfuerzos en defensa, ante los crecientes temores sobre la seguridad en el contexto de las tensiones con Rusia y China.
Además, el liderazgo de la OTAN ha destacado que aunque se acuerde un aumento del 5% para 2035, la realidad es que Europa dista de estar preparada para defenderse, con una dependencia aún significativa de la tecnología y producción estadounidense. Un informe del Instituto de Kiel apunta que la capacidad de Europa depende enormemente de las importaciones, y sugiere que, sin un cambio en la inversión y en la tecnología, la defensa europea podría estar comprometida en el futuro próximo.
Josep Borrell, ex alto representante de la UE, sugiere la importancia de la defensa colectiva en vez de incrementar el gasto militar sin una estrategia unificada. Advierte que la dependencia de Estados Unidos ha convertido a Europa en un ‘protectorado militar’. Esta situación subraya la necesidad de que Europa construya una defensa autónoma mientras enfrenta la falta de consenso sobre cómo proceder. Por otra parte, Trump ha lanzado advertencias sobre aranceles a los países que no cumplan con sus porcentajes de gasto militar, lo que ha sido visto por muchos líderes europeos como una amenaza que podría fracturar la unidad de la OTAN. A pesar de la presión, Sánchez ha reiterado su compromiso de mantener el gasto de defensa en un nivel razonable, y ha señalado que es fundamental encontrar un balance que no comprometa los servicios públicos en España.
Este debate se enmarca dentro de un contexto político tenso, donde el conflicto por la amnistía a los líderes independentistas también ha llevado a reflexiones sobre la estabilidad política interna de España. Se argumenta que las decisiones estratégicas sobre defensa no deberían tomarse en un ambiente tan polarizado, y que es crucial para la estabilidad tanto a nivel nacional como europeo.