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Estudio revela que lluvias extremas como la dana en Valencia podrían repetirse cada 47 años, alterando planes urbanísticos
La investigación de la UPC cuestiona estimaciones previas y exige una revisión urgente de los mapas de inundación y normativas urbanas
Publicado: 28 de octubre de 2025, 20:51
Un estudio reciente del Centre de Política de Sòl i Valoracions (CPSV) de la Universitat Politècnica de Catalunya - BarcelonaTech (UPC) ha revelado que las lluvias extremas, como las que se vivieron durante la dana en Valencia en octubre de 2024, podrían ocurrir con una frecuencia mucho mayor a la anticipada, pasando de un periodo de retorno estimado de 500 a solo 47 años. Este análisis se fundamenta en datos de 350 estaciones meteorológicas y ha puesto de relieve la urgencia de actualizar los mapas de inundación y revisar los planes urbanísticos para proteger las comunidades en riesgo.
Los investigadores advierten que, bajo un escenario a 500 años, podrían registrarse precipitaciones excepcionales que superen los 1.600 milímetros en un solo día. Esto implica que cada 50 años la región podría experimentar lluvias excepcionales y que cada 2 o 3 años se anticipan episodios de lluvias intensas, lo que requiere una revaluación de la infraestructura urbana existente y la prohibición de nuevas edificaciones en áreas vulnerables.
A un año del devastador evento, la población de Valencia está comenzando a tomar precauciones ante futuros episodios climáticos adversos, evidenciando una necesidad de adaptación de las ciudades para asegurar la seguridad de sus habitantes, impulsada por las recomendaciones de expertos en gestión de riesgos.
Los investigadores advierten que, bajo un escenario a 500 años, podrían registrarse precipitaciones excepcionales que superen los 1.600 milímetros en un solo día. Esto implica que cada 50 años la región podría experimentar lluvias excepcionales y que cada 2 o 3 años se anticipan episodios de lluvias intensas, lo que requiere una revaluación de la infraestructura urbana existente y la prohibición de nuevas edificaciones en áreas vulnerables.
A un año del devastador evento, la población de Valencia está comenzando a tomar precauciones ante futuros episodios climáticos adversos, evidenciando una necesidad de adaptación de las ciudades para asegurar la seguridad de sus habitantes, impulsada por las recomendaciones de expertos en gestión de riesgos.