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Estados Unidos realiza un ataque aéreo en Irán usando el B-2 Spirit y bombas GBU-57 contra instalaciones nucleares
El operativo marca una escalada significativa en el conflicto entre EE.UU. e Irán, resaltando la importancia militar y política de los bombardeos.
Publicado: 22 de junio de 2025, 19:05
El 21 de junio de 2025, Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo de gran escala contra tres instalaciones nucleares en Irán: Fordow, Natanz e Isfahán. El presidente Donald Trump anunció la participación de los bombarderos B-2 Spirit, destacando la operación como 'exitosa'. La GBU-57, una bomba diseñada para instalaciones subterráneas, fue empleada en Fordow, crucial para el enriquecimiento de uranio de Irán.
El ataque, denominado operación 'Martillo de Medianoche', involucró más de 125 aeronaves, incluyendo siete B-2, y se ejecutó en un tiempo récord de 25 minutos. Trump confirmó que se lanzó una "carga completa de bombas" contra Fordow. Durante una conferencia, el mandatario subrayó que "las instalaciones de enriquecimiento nuclear clave de Irán han sido completamente y totalmente borradas". Esta operación se considera el mayor ataque llevado a cabo hasta la fecha por bombarderos B-2, que utilizaron por primera vez las potentes bombas antibúnker GBU-57 de 13.600 kilogramos.
El ataque representa un cambio en la dinámica del conflicto, donde Estados Unidos se involucra más directamente, requiriendo también la asistencia de Israel para llevar a cabo operaciones similares. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que la misión fue planeada en secreto durante meses y se realizó simultáneamente con conversaciones diplomáticas sobre el programa nuclear iraní. La intervención refleja la creciente presión internacional sobre Irán y apunta a debilitar sus capacidades nucleares, aunque plantea riesgos de represalias y una escalada en la región.
La operación ha sido celebrada por varios funcionarios, incluyendo al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien instó a Irán a tomar la agresión de Estados Unidos como una advertencia. Las autoridades de Qom han confirmado una serie de explosiones en las cercanías de Fordow y un asesor iraní comentó que el ataque no ha causado daños irreversibles.
La operación debe considerarse no solo por su impacto militar, sino como un mensaje político a Irán y a la comunidad internacional, demostrando la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder militar y su compromiso en la disuasión estratégica. Se espera que la evaluación de los daños continúe, pero los informes iniciales indican que el ataque logró el efecto deseado en las instalaciones de Fordow.
El ataque, denominado operación 'Martillo de Medianoche', involucró más de 125 aeronaves, incluyendo siete B-2, y se ejecutó en un tiempo récord de 25 minutos. Trump confirmó que se lanzó una "carga completa de bombas" contra Fordow. Durante una conferencia, el mandatario subrayó que "las instalaciones de enriquecimiento nuclear clave de Irán han sido completamente y totalmente borradas". Esta operación se considera el mayor ataque llevado a cabo hasta la fecha por bombarderos B-2, que utilizaron por primera vez las potentes bombas antibúnker GBU-57 de 13.600 kilogramos.
El ataque representa un cambio en la dinámica del conflicto, donde Estados Unidos se involucra más directamente, requiriendo también la asistencia de Israel para llevar a cabo operaciones similares. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, afirmó que la misión fue planeada en secreto durante meses y se realizó simultáneamente con conversaciones diplomáticas sobre el programa nuclear iraní. La intervención refleja la creciente presión internacional sobre Irán y apunta a debilitar sus capacidades nucleares, aunque plantea riesgos de represalias y una escalada en la región.
La operación ha sido celebrada por varios funcionarios, incluyendo al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, quien instó a Irán a tomar la agresión de Estados Unidos como una advertencia. Las autoridades de Qom han confirmado una serie de explosiones en las cercanías de Fordow y un asesor iraní comentó que el ataque no ha causado daños irreversibles.
La operación debe considerarse no solo por su impacto militar, sino como un mensaje político a Irán y a la comunidad internacional, demostrando la capacidad de Estados Unidos para proyectar poder militar y su compromiso en la disuasión estratégica. Se espera que la evaluación de los daños continúe, pero los informes iniciales indican que el ataque logró el efecto deseado en las instalaciones de Fordow.