Progresista 100%Conservador 0%
España formaliza la compra de munición israelí a pesar de compromisos previos de cancelación
El Gobierno ha adquirido armamento por más de 6 millones de euros, lo que contrasta con sus anuncios de no realizar más compras tras el inicio del conflicto en Gaza.
Publicado: 23 de abril de 2025, 15:05
En una reciente decisión que ha generado controversia, el Gobierno español ha formalizado la compra de munición israelí por un monto de 6,6 millones de euros a la empresa Guardian Defense & Homeland Security S.A., a pesar de los compromisos anteriores de no adquirir armamento a Israel tras el estallido del conflicto en Gaza. El contrato, que incluye la adquisición de aproximadamente 15.300.000 balas del calibre 9mm, ha suscitado críticas debido a que el Ministerio del Interior había asegurado en octubre de 2024 que se iniciaría un proceso para rescindirlo.
Varios medios han reportado que esta compra contradice los compromisos de España, que se habían reforzado después de la intensificación de la violencia en Gaza. La decisión ha llevado a una ola de críticas, incluyendo peticiones de un embargo de armas a Israel. El Gobierno ha enfrentado preguntas difíciles, señalando que el contrato forma parte de un proceso administrativo ya existente. Esto ha creado una percepción de incoherencia en su política exterior.
Las organizaciones de derechos humanos han criticado que estas adquisiciones contribuyen a la ocupación ilegal de los territorios palestinos. La situación se complica por la existencia de otros contratos pendientes, lo que cuestiona el compromiso de España de limitar estos tratos de armamento con Israel.
Varios medios han reportado que esta compra contradice los compromisos de España, que se habían reforzado después de la intensificación de la violencia en Gaza. La decisión ha llevado a una ola de críticas, incluyendo peticiones de un embargo de armas a Israel. El Gobierno ha enfrentado preguntas difíciles, señalando que el contrato forma parte de un proceso administrativo ya existente. Esto ha creado una percepción de incoherencia en su política exterior.
Las organizaciones de derechos humanos han criticado que estas adquisiciones contribuyen a la ocupación ilegal de los territorios palestinos. La situación se complica por la existencia de otros contratos pendientes, lo que cuestiona el compromiso de España de limitar estos tratos de armamento con Israel.