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Ericsson reestructura su filial en España y reduce su autonomía tras cambios en la organización europea
La salida del CEO Diego Martínez implica una importante modificación en la estructura empresarial y posibles recortes laborales.
Publicado: 9 de septiembre de 2025, 19:18
Ericsson, el gigante sueco de telecomunicaciones, ha decidido reestructurar su filial en España como parte de un cambio más amplio en su organización en Europa. Esta reestructuración implica la disminución del peso de España dentro del grupo y la sustitución de su CEO, Diego Martínez, por Juan Olivera, quien hasta ahora dirigía las operaciones en Portugal. Estas modificaciones son significativas, puesto que reflejan una tendencia a reducir el número de clústeres en los que la empresa divide su operativa en Europa, pasando de siete a solo tres unidades.
La nueva organización incluirá a España en la región de Europa Occidental, junto a países como Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Este cambio no sólo se limita a los altos mandos, ya que se anticipa que puede conllevar recortes laborales. Se estima que la compañía podría reducir su plantilla en España hasta en un 13%, lo que representan unos 300 empleados de un total de aproximadamente 2.260. Este ajuste forma parte de un plan más amplio que Ericsson implementó a nivel global, donde más de 8.500 empleados se verán afectados.
A través de esta reestructuración, Ericsson busca mejorar su eficiencia y fomentar una respuesta más ágil ante la demanda del mercado, que ha mostrado señales de debilidad particularmente en el sector 5G en Europa. La disminución del protagonismo de la filial española coincide con un período de dificultades económicas para las operadoras locales y, aunque reportó un beneficio positivo el año anterior, la tendencia de recortes sugiere un cambio profundo en la dirección de la compañía.
La nueva organización incluirá a España en la región de Europa Occidental, junto a países como Francia, Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo. Este cambio no sólo se limita a los altos mandos, ya que se anticipa que puede conllevar recortes laborales. Se estima que la compañía podría reducir su plantilla en España hasta en un 13%, lo que representan unos 300 empleados de un total de aproximadamente 2.260. Este ajuste forma parte de un plan más amplio que Ericsson implementó a nivel global, donde más de 8.500 empleados se verán afectados.
A través de esta reestructuración, Ericsson busca mejorar su eficiencia y fomentar una respuesta más ágil ante la demanda del mercado, que ha mostrado señales de debilidad particularmente en el sector 5G en Europa. La disminución del protagonismo de la filial española coincide con un período de dificultades económicas para las operadoras locales y, aunque reportó un beneficio positivo el año anterior, la tendencia de recortes sugiere un cambio profundo en la dirección de la compañía.