Progresista 55.5%Conservador 44.5%
Elecciones municipales en Portugal: el centroderecha avanza mientras Chega no logra consolidarse
El Partido Social Demócrata se impone en varias localidades, mientras el Partido Socialista conserva bastiones clave y Chega se queda atrás.
Publicado: 13 de octubre de 2025, 06:32
En las recientes elecciones municipales en Portugal, el Partido Social Demócrata (PSD) ha emergido como la fuerza dominante, logrando el control de 136 alcaldías a nivel nacional y superando al Partido Socialista (PS) en votos, que obtuvo 128 alcaldías. El PSD ha sido especialmente fuerte en el norte y en ciudades como Oporto, mientras que el PS mantiene su base en grandes urbes y en el sur del país.
Además, el PSD ha logrado el control de las dos ciudades más pobladas del país, Lisboa y Oporto, aunque el PS ha registrado una mejora en sus resultados comparado con las legislativas de mayo, consolidándose como la segunda fuerza municipalista con 128 alcaldías y casi el 30% de los votos. Chega, el partido de extrema derecha, solo logró acceder a tres alcaldías y obtuvo un 8,2% de los votos, lo que evidencia su falta de consolidación en el contexto electoral. En contraste, las candidaturas independientes han logrado un notable impacto, gobernando 25 municipios y reflejando un cambio hacia el liderazgo local más allá de los partidos tradicionales.
Los resultados de estas elecciones han reconfigurado el mapa político en Portugal, mostrando una polarización creciente. El PSD ha reafirmado su fuerza, mientras que el PS, a pesar de ciertos tropiezos, mantiene áreas estratégicas importantes. Sin embargo, el hecho de que Chega haya fracasado en expandir su base durante estos comicios sugiere que su influencia podría estar disminuyendo, a pesar de algunos logros anteriores. Este contexto plantea interrogantes sobre el futuro de Chega y su capacidad para convertirse en un actor relevante a largo plazo en la política portuguesa. Este descenso fue notable, ya que Chega perdió más de 780.000 votos y once puntos porcentuales de apoyo desde las legislativas de mayo, consolidándose solo en municipios muy específicos como Albufeira, São Vicente y Entroncamento. La jornada también dejó en evidencia los límites del crecimiento de Chega. En conjunto, los resultados reflejan una creciente polarización entre el norte e interior del país, donde el PSD ha ganado terreno, y el sur y las grandes ciudades, donde el PS sigue siendo competitivo. El mapa político portugués se reconfigura así en un equilibrio inestable que podría anticipar nuevas tensiones entre el Gobierno central y los poderes locales.
Además, el PSD ha logrado el control de las dos ciudades más pobladas del país, Lisboa y Oporto, aunque el PS ha registrado una mejora en sus resultados comparado con las legislativas de mayo, consolidándose como la segunda fuerza municipalista con 128 alcaldías y casi el 30% de los votos. Chega, el partido de extrema derecha, solo logró acceder a tres alcaldías y obtuvo un 8,2% de los votos, lo que evidencia su falta de consolidación en el contexto electoral. En contraste, las candidaturas independientes han logrado un notable impacto, gobernando 25 municipios y reflejando un cambio hacia el liderazgo local más allá de los partidos tradicionales.
Los resultados de estas elecciones han reconfigurado el mapa político en Portugal, mostrando una polarización creciente. El PSD ha reafirmado su fuerza, mientras que el PS, a pesar de ciertos tropiezos, mantiene áreas estratégicas importantes. Sin embargo, el hecho de que Chega haya fracasado en expandir su base durante estos comicios sugiere que su influencia podría estar disminuyendo, a pesar de algunos logros anteriores. Este contexto plantea interrogantes sobre el futuro de Chega y su capacidad para convertirse en un actor relevante a largo plazo en la política portuguesa. Este descenso fue notable, ya que Chega perdió más de 780.000 votos y once puntos porcentuales de apoyo desde las legislativas de mayo, consolidándose solo en municipios muy específicos como Albufeira, São Vicente y Entroncamento. La jornada también dejó en evidencia los límites del crecimiento de Chega. En conjunto, los resultados reflejan una creciente polarización entre el norte e interior del país, donde el PSD ha ganado terreno, y el sur y las grandes ciudades, donde el PS sigue siendo competitivo. El mapa político portugués se reconfigura así en un equilibrio inestable que podría anticipar nuevas tensiones entre el Gobierno central y los poderes locales.