Progresista 100%Conservador 0%
El regreso de los pandas a China provoca largas colas en Tokio y tensiones diplomáticas entre Japón y Pekín
La inminente partida de los pandas Xiao Xiao y Lei Lei reaviva la preocupación sobre el futuro de la diplomacia panda.
Publicado: 28 de diciembre de 2025, 11:48
En los últimos días, el Zoológico de Ueno en Tokio ha sido testigo de largas colas, con tiempos de espera de hasta tres horas, a medida que miles de visitantes desean despedirse de los últimos pandas, Xiao Xiao y Lei Lei, que regresarán a China el 25 de enero de 2026. Esta emotiva situación se produce a raíz de la decisión del gobierno chino de exigir la retirada de estos animales, lo que ha dejado a Japón sin pandas por primera vez desde 1972.
Las tensiones diplomáticas entre Japón y China han sido el telón de fondo de esta inminente partida. Los pandas, que llegaron como un símbolo de amistad y cooperación cuando se normalizaron las relaciones entre ambas naciones, se utilizan frecuentemente en lo que se denomina "diplomacia panda". Esta estrategia ha permitido a China enviar pandas a diferentes países como una forma de fortalecer lazos, pero también ha servido como lección en momentos de tensión. El interés en ver a los pandas ha sido tan alto que el zoológico ha implementado restricciones, permitiendo un máximo de 4,800 visitantes diarios y limitando la visita a un minuto por persona.
La situación plantea la pregunta sobre el futuro de los pandas en Japón. Con la partida de Xiao Xiao y Lei Lei, la posibilidad de recibir nuevos ejemplares queda en entredicho, dado que las relaciones entre ambos países han empeorado. En el pasado, Japón acogió y crió más de una veintena de pandas desde que llegó el primer par al zoológico de Ueno en 1972. A medida que la tensa relación se desarrolla, queda por ver si los pandas volverán a pisar suelo japonés en el futuro.
Las tensiones diplomáticas entre Japón y China han sido el telón de fondo de esta inminente partida. Los pandas, que llegaron como un símbolo de amistad y cooperación cuando se normalizaron las relaciones entre ambas naciones, se utilizan frecuentemente en lo que se denomina "diplomacia panda". Esta estrategia ha permitido a China enviar pandas a diferentes países como una forma de fortalecer lazos, pero también ha servido como lección en momentos de tensión. El interés en ver a los pandas ha sido tan alto que el zoológico ha implementado restricciones, permitiendo un máximo de 4,800 visitantes diarios y limitando la visita a un minuto por persona.
La situación plantea la pregunta sobre el futuro de los pandas en Japón. Con la partida de Xiao Xiao y Lei Lei, la posibilidad de recibir nuevos ejemplares queda en entredicho, dado que las relaciones entre ambos países han empeorado. En el pasado, Japón acogió y crió más de una veintena de pandas desde que llegó el primer par al zoológico de Ueno en 1972. A medida que la tensa relación se desarrolla, queda por ver si los pandas volverán a pisar suelo japonés en el futuro.