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El PSOE exige la dimisión de Ayuso tras revelarse la trama de facturas falsas de su pareja, González Amador
Las grabaciones de las técnicas de Hacienda confirman un fraude fiscal que vincula a la presidenta madrileña con su entorno cercano.
Publicado: 12 de septiembre de 2025, 06:57
La situación política en la Comunidad de Madrid se ha agitado tras la filtración de audios de técnicas de Hacienda que investigaron durante casi dos años al empresario Alberto González Amador, pareja de la presidenta Isabel Díaz Ayuso. Estas grabaciones evidencian la existencia de hasta quince facturas falsas que presuntamente fueron utilizadas para defraudar a Hacienda, lo que ha llevado al PSOE y Sumar a exigir la dimisión de Ayuso.
La investigación revela que González Amador, quien está actualmente procesado por delitos fiscales, utilizó una trama de facturas falsas para reducir su carga impositiva a pesar de haber registrado un notable incremento en sus ingresos, en parte gracias a un contrato de intermediación en la venta de mascarillas durante la pandemia. Un informe de 187 folios de la Agencia Tributaria, ratificado en el juzgado, confirma que su tributación disminuyó considerablemente pese a un aumento de 2.330.000 euros en sus ingresos en 2020 en comparación con el año anterior. Las técnicas de Hacienda confirmaron que los ingresos de González Amador en 2020 fueron significativamente mayores que en años anteriores, pero su tributación fue anómala, al disminuir a pesar de la creciente facturación.
La declaración de las inspectoras a la que accedió Público detalla cómo se sometió a la creación de facturas ficticias, lo que ha llevado a acusaciones formales en su contra. Un ejemplo clave fue una factura de 900.000 euros relacionada con trabajos en Costa de Marfil que fue catalogada como falsa por las autoridades fiscales. Además, se ha descubierto que González Amador utilizó 17 facturas falsas para aumentar su facturación entre 2020 y 2021, en el mismo año en que comenzó su relación con Ayuso. El informe de Hacienda fundamentó la denuncia de la Fiscalía y plantea un escenario jurídico incierto para González Amador, quien enfrenta una posible pena de prisión de hasta cinco años, según lo solicitado por la acusación popular de PSOE y Más Madrid.
Las revelaciones recientes han llevado a un aumento de la presión política sobre Ayuso, ya que sus opositores subrayan el vínculo directo entre el fraude fiscal y su entorno más íntimo, argumentando que no puede gobernar alguien que se beneficia de prácticas irregulares. En una reciente sesión del Debate del Estado de la Región, Ayuso defendió su vínculo con el grupo Quirón, alegando que, antes de ser pareja de González Amador, la empresa ya colaboraba con la Comunidad. Sin embargo, la oposición ha enfatizado que la relación de Ayuso con su pareja, investigado por fraude, plantea serias dudas sobre la ética de su gobernanza. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, acusó a Ayuso de actuar en beneficio propio y de su pareja al asegurar que “usted y Alberto son una sociedad con ánimo de lucro: usted pone el poder político y él se lleva la pasta”. La presión política sobre Ayuso no solo se basa en el escándalo fiscal, sino también en cómo este puede afectar la confianza de los ciudadanos en su gestión, a medida que surgen más detalles sobre cómo el fraude se llevó a cabo a través de mecanismos que involucran a su entorno cercano. La detectación del fraude se produjo tras una revisión exhaustiva por parte de la Agencia Tributaria, donde se hallaron evidencias que muestran que la trama de facturas falsas se utilizó deliberadamente para defraudar a Hacienda, afectando significativamente la imagen de la presidenta madrileña.
La investigación revela que González Amador, quien está actualmente procesado por delitos fiscales, utilizó una trama de facturas falsas para reducir su carga impositiva a pesar de haber registrado un notable incremento en sus ingresos, en parte gracias a un contrato de intermediación en la venta de mascarillas durante la pandemia. Un informe de 187 folios de la Agencia Tributaria, ratificado en el juzgado, confirma que su tributación disminuyó considerablemente pese a un aumento de 2.330.000 euros en sus ingresos en 2020 en comparación con el año anterior. Las técnicas de Hacienda confirmaron que los ingresos de González Amador en 2020 fueron significativamente mayores que en años anteriores, pero su tributación fue anómala, al disminuir a pesar de la creciente facturación.
La declaración de las inspectoras a la que accedió Público detalla cómo se sometió a la creación de facturas ficticias, lo que ha llevado a acusaciones formales en su contra. Un ejemplo clave fue una factura de 900.000 euros relacionada con trabajos en Costa de Marfil que fue catalogada como falsa por las autoridades fiscales. Además, se ha descubierto que González Amador utilizó 17 facturas falsas para aumentar su facturación entre 2020 y 2021, en el mismo año en que comenzó su relación con Ayuso. El informe de Hacienda fundamentó la denuncia de la Fiscalía y plantea un escenario jurídico incierto para González Amador, quien enfrenta una posible pena de prisión de hasta cinco años, según lo solicitado por la acusación popular de PSOE y Más Madrid.
Las revelaciones recientes han llevado a un aumento de la presión política sobre Ayuso, ya que sus opositores subrayan el vínculo directo entre el fraude fiscal y su entorno más íntimo, argumentando que no puede gobernar alguien que se beneficia de prácticas irregulares. En una reciente sesión del Debate del Estado de la Región, Ayuso defendió su vínculo con el grupo Quirón, alegando que, antes de ser pareja de González Amador, la empresa ya colaboraba con la Comunidad. Sin embargo, la oposición ha enfatizado que la relación de Ayuso con su pareja, investigado por fraude, plantea serias dudas sobre la ética de su gobernanza. La portavoz de Más Madrid, Manuela Bergerot, acusó a Ayuso de actuar en beneficio propio y de su pareja al asegurar que “usted y Alberto son una sociedad con ánimo de lucro: usted pone el poder político y él se lleva la pasta”. La presión política sobre Ayuso no solo se basa en el escándalo fiscal, sino también en cómo este puede afectar la confianza de los ciudadanos en su gestión, a medida que surgen más detalles sobre cómo el fraude se llevó a cabo a través de mecanismos que involucran a su entorno cercano. La detectación del fraude se produjo tras una revisión exhaustiva por parte de la Agencia Tributaria, donde se hallaron evidencias que muestran que la trama de facturas falsas se utilizó deliberadamente para defraudar a Hacienda, afectando significativamente la imagen de la presidenta madrileña.