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El PPE y la ultraderecha aplazan la ley de la UE contra la deforestación, generando controversia en el Parlamento Europeo
La Eurocámara pospone un año la entrada en vigor de la normativa, a pesar de las consecuencias ambientales y el rechazo de varios grupos políticos.
Publicado: 26 de noviembre de 2025, 21:21
La reciente decisión del Parlamento Europeo de aplazar un año la Ley de la Unión Europea contra la Deforestación ha generado críticas tanto dentro como fuera del sector político. En una votación que reunió a 402 votos a favor y 250 en contra, el Partido Popular Europeo (PPE) se alineó con grupos ultras, contribuyendo a la postergación de un reglamento que originalmente estaba programado para entrar en vigor a finales de este año.
El reglamento busca prohibir la importación de productos que han contribuido a la deforestación, como ganado, cacao, café y madera. Sin embargo, por presión de sectores industriales y países exportadores, su implementación ha experimentado retrasos significativos. Esta decisión ha sido considerada un nuevo paso atrás en las políticas ambientales de la UE, justificándose con la simplificación de cargas administrativas por parte del PPE.
El aplazamiento también ha suscitado críticas desde países como Brasil e Indonesia, que temen que la normativa afecte su comercio, y la oposición de sectores económicos que consideran que la ley impondría costos elevados. Este retraso representa una victoria para aquellos que se resisten a regulaciones más estrictas sobre sostenibilidad y plantea serias preocupaciones sobre la dirección de las políticas medioambientales en Europa.
El reglamento busca prohibir la importación de productos que han contribuido a la deforestación, como ganado, cacao, café y madera. Sin embargo, por presión de sectores industriales y países exportadores, su implementación ha experimentado retrasos significativos. Esta decisión ha sido considerada un nuevo paso atrás en las políticas ambientales de la UE, justificándose con la simplificación de cargas administrativas por parte del PPE.
El aplazamiento también ha suscitado críticas desde países como Brasil e Indonesia, que temen que la normativa afecte su comercio, y la oposición de sectores económicos que consideran que la ley impondría costos elevados. Este retraso representa una victoria para aquellos que se resisten a regulaciones más estrictas sobre sostenibilidad y plantea serias preocupaciones sobre la dirección de las políticas medioambientales en Europa.