Progresista 43.6%Conservador 56.4%
El PP consolida su influencia en el Congreso mientras redefine su liderazgo y prioridades energéticas
La aprobación de la ley nuclear y la nueva metodología de elección del liderazgo reflejan cambios estratégicos del partido.
Publicado: 18 de junio de 2025, 08:15
En un contexto político dinámico, el Partido Popular (PP) de España ha ratificado su posición en el Congreso al ganar una votación clave sobre la energía nuclear, mientras al mismo tiempo redefine su estructura interna en un esfuerzo por adaptarse a las demandas actuales de sus militantes y votantes. El PP ha impulsado una Proposición de Ley que busca frenar el cierre de centrales nucleares, asegurando la estabilidad eléctrica ante un posible cierre apresurado.
Además, el PP está realizando ajustes en su metodología de liderazgo, implementando un modelo de elección que permitirá a los militantes votar de manera más directa en el próximo congreso nacional. Sin embargo, este modelo no incluirá primarias tradicionales, ya que Alberto Núñez Feijóo ha impuesto un sistema mayoritario que permitirá votar solo a compromisarios elegidos en urna. Esto ha generado tensiones internas, especialmente con figuras como Isabel Díaz Ayuso, quien había defendido un modelo de "un militante, un voto". La nueva propuesta establece que el candidato que obtenga más votos se llevará todos los compromisarios de su provincia, eliminando así la doble urna que existía anteriormente, según ha explicado la presidenta de Extremadura, María Guardiola.
Con estos cambios, el PP no solo intenta fortalecer su posición en el debate energético, sino también preparar su estructura interna para retos electorales futuros, enfrentando tensiones internas en torno a la visión del partido, especialmente en relación con las universidades públicas y privadas. La dirección actual del PP busca un equilibrio entre las diversas corrientes internas y está decidida a implementar un sistema que evite incoherencias como las que ocurrieron en elecciones anteriores, donde los resultados no reflejaron directamente la voluntad de las bases, como ocurrió en el caso de la elección de Pablo Casado en 2018.
Con la presentación de la nueva ponencia de estatutos, los miembros del partido ahora tienen la oportunidad de presentar enmiendas antes de su debate final en el congreso de julio. Entre los puntos más debatidos está la eliminación del voto directo de las bases, lo cual ha sido criticado por algunos miembros como un retroceso en la democracia interna del partido. Es evidente que la dirección del PP se enfrenta a un desafío considerable al intentar unificar diferentes posturas dentro de la formación, pero también se espera que estos cambios posicionen al partido de manera más competitiva ante las próximas elecciones.
Además, el PP está realizando ajustes en su metodología de liderazgo, implementando un modelo de elección que permitirá a los militantes votar de manera más directa en el próximo congreso nacional. Sin embargo, este modelo no incluirá primarias tradicionales, ya que Alberto Núñez Feijóo ha impuesto un sistema mayoritario que permitirá votar solo a compromisarios elegidos en urna. Esto ha generado tensiones internas, especialmente con figuras como Isabel Díaz Ayuso, quien había defendido un modelo de "un militante, un voto". La nueva propuesta establece que el candidato que obtenga más votos se llevará todos los compromisarios de su provincia, eliminando así la doble urna que existía anteriormente, según ha explicado la presidenta de Extremadura, María Guardiola.
Con estos cambios, el PP no solo intenta fortalecer su posición en el debate energético, sino también preparar su estructura interna para retos electorales futuros, enfrentando tensiones internas en torno a la visión del partido, especialmente en relación con las universidades públicas y privadas. La dirección actual del PP busca un equilibrio entre las diversas corrientes internas y está decidida a implementar un sistema que evite incoherencias como las que ocurrieron en elecciones anteriores, donde los resultados no reflejaron directamente la voluntad de las bases, como ocurrió en el caso de la elección de Pablo Casado en 2018.
Con la presentación de la nueva ponencia de estatutos, los miembros del partido ahora tienen la oportunidad de presentar enmiendas antes de su debate final en el congreso de julio. Entre los puntos más debatidos está la eliminación del voto directo de las bases, lo cual ha sido criticado por algunos miembros como un retroceso en la democracia interna del partido. Es evidente que la dirección del PP se enfrenta a un desafío considerable al intentar unificar diferentes posturas dentro de la formación, pero también se espera que estos cambios posicionen al partido de manera más competitiva ante las próximas elecciones.