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El PKK inicia su desarme en Irak, un paso crucial hacia la paz tras 40 años de conflicto con Turquía

La ceremonia simboliza un cambio significativo en la lucha kurda y la búsqueda de derechos democráticos en Turquía.

Publicado: 11 de julio de 2025, 12:38

Este viernes, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) ha llevado a cabo una ceremonia de desarme en el norte de Irak, marcando un hito en su prolongado conflicto armado con el Estado turco que data de 1984. En un evento simbólico, donde unos 30 militantes entregaron sus armas a un caldero metálico en llamas, se consideró un 'paso de buena voluntad y determinación' en el marco de un proceso de paz.

La decisión de desarmarse sigue un llamamiento de su líder Abdullah Öcalan, quien instó al PKK a iniciar este proceso. Öcalan, quien se encuentra encarcelado desde 1999, había hecho este llamado en un congreso del PKK en mayo, tras lo cual se decidió oficialmente disolverse y poner fin a la lucha armada. Se espera que el Gobierno turco inicie reformas para facilitar la reintegración de los exguerrilleros en la vida civil, aunque sin la mediación de observadores internacionales. Expertos advierten que el éxito del proyecto de paz dependerá de las reformas legislativas necesarias para garantizar los derechos de los kurdos.

La ceremonia, que tuvo lugar en la cueva de Yasana, cercana a Dukan, fue asistida por altos dirigentes del partido prokurdo DEM y figuras de la inteligencia turca e iraquí. El evento fue limitado en el acceso a la prensa internacional, generando inquietudes sobre la transparencia del proceso. Esta dinámica no solo impactará a Turquía, sino que también tendrá consecuencias para la región, especialmente en Siria, donde Estados Unidos mantiene relaciones con fuerzas kurdas vinculadas al PKK. Según el comunicado emitido por el PKK, el desarme es parte de una transición hacia métodos políticos democráticos y se espera que genere un cambio positivo en las políticas hacia los kurdos en Turquía. La ceremonia incluyó un llamado de los líderes del PKK al Gobierno turco para cumplir con las demandas de derechos culturales y lingüísticos de la población kurda. En medio de este contexto, el presidente turco Erdogan ha sido cauteloso respecto al proceso, enfatizando que las reformas deben venir sin comprometer la seguridad nacional. La dinámica futura dependerá de la respuesta de Ankara a estos llamados por parte de la guerrilla kurda, así como del desarrollo de este proceso de paz que podría ser decisivo para la estabilidad en la región.