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El oro, la plata y el platino alcanzan máximos históricos en 2025 por las tensiones geopolíticas y la búsqueda de refugio financiero.

Los metales preciosos se disparan impulsados por la inflación y la demanda de bancos centrales, alcanzando récords históricos en sus precios.

Publicado: 29 de diciembre de 2025, 11:33

En 2025, los metales preciosos han experimentado un notable ascenso en sus precios, con el oro alcanzando máximos históricos de 4,549.92 dólares por onza, la plata marcando un récord de 84.007 dólares y el platino revalorizándose en un 173%. Este fenómeno, reflejo de un mercado en ebullición, se debe a una combinación de factores económicos y geopolíticos que han hecho del oro y otros metales refugios atractivos para los inversores.

La inflación persistente y las expectativas de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal de EE. UU. han contribuido a aumentar la demanda por estos activos, ya que los inversores buscan alternativas en un contexto de incertidumbre. La tendencia es similar para el platino que, tras años de baja en su cotización, se ha beneficiado de la escasez de suministro, particularmente debido a problemas en Sudáfrica. Este metal es clave para tecnologías limpias y joyería, y su uso en pilas de combustible de hidrógeno también ha impulsado su demanda.

La combinación de estos factores ha creado un ambiente muy favorable para el crecimiento de los precios de los metales preciosos, lo que no se veía desde la crisis del petróleo en la década de 1970. Con el cierre del año en el horizonte, se anticipa que los metales preciosos continúen mostrando fortaleza en el 2026, especialmente si las condiciones macroeconómicas persisten.