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El ministro de Migración de Suecia enfrenta un escándalo tras el descubrimiento de la relación de su hijo con grupos neonazis
Johan Forssell se declara 'horrorizado' y debe rendir cuentas ante la oposición sobre las actividades extremistas de su hijo adolescente.
Publicado: 11 de julio de 2025, 12:53
El debate sobre la responsabilidad parental en la ideología y acciones de los hijos ha cobrado protagonismo en Suecia tras la revelación de que Johan Forssell, el ministro de Migración, se ha visto envuelto en un escándalo relacionado con su hijo de 16 años, quien ha estado vinculado con grupos supremacistas blancos, incluyendo el neonazi Movimiento de Resistencia Nórdica. Esta organización, designada como terrorista por Estados Unidos en 2024, ha llevado al ministro a expresar su horror y conmoción tras enterarse de estas actividades.
Forssell admitió que no tenía conocimiento de la implicación de su hijo hasta recibir una notificación de los servicios de seguridad. A pesar de las preocupaciones sobre la radicalización juvenil, subrayó que no hay ninguna investigación en curso contra su hijo. La situación ha generado un debate político, con la oposición exigiendo su comparecencia en el Parlamento para aclarar cuándo conoció las actividades extremistas. El apoyo del primer ministro, Ulf Kristersson, a Forssell ha sido firme, aunque las críticas se han centrado en la contradicción entre el discurso anti-extremismo del ministro y la situación familiar.
La Comisión Europea ha alertado sobre los métodos de reclutamiento de estos grupos, sugiriendo que el caso del hijo de Forssell no es aislado, sino parte de una problemática mayor que afecta a muchos jóvenes en Suecia. Forssell ha enfatizado que esta situación debe ser una llamada de atención para los padres sobre los riesgos de la radicalización en línea en un contexto donde grupos extremistas de derecha ganan influencia.
Forssell admitió que no tenía conocimiento de la implicación de su hijo hasta recibir una notificación de los servicios de seguridad. A pesar de las preocupaciones sobre la radicalización juvenil, subrayó que no hay ninguna investigación en curso contra su hijo. La situación ha generado un debate político, con la oposición exigiendo su comparecencia en el Parlamento para aclarar cuándo conoció las actividades extremistas. El apoyo del primer ministro, Ulf Kristersson, a Forssell ha sido firme, aunque las críticas se han centrado en la contradicción entre el discurso anti-extremismo del ministro y la situación familiar.
La Comisión Europea ha alertado sobre los métodos de reclutamiento de estos grupos, sugiriendo que el caso del hijo de Forssell no es aislado, sino parte de una problemática mayor que afecta a muchos jóvenes en Suecia. Forssell ha enfatizado que esta situación debe ser una llamada de atención para los padres sobre los riesgos de la radicalización en línea en un contexto donde grupos extremistas de derecha ganan influencia.