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El Ministerio de Sanidad urge cautela ante el estudio que cuestiona el uso de betabloqueantes tras un infarto
Un nuevo ensayo sugiere que estos medicamentos podrían no ser necesarios en todos los pacientes con función cardíaca conservada tras un infarto.
Publicado: 2 de septiembre de 2025, 12:22
El reciente estudio del Centro de Investigaciones Cardiovasculares ha generado grandes expectativas en el ámbito médico al afirmar que los betabloqueantes pueden no ser necesarios para pacientes que han sufrido un infarto no complicado y que mantienen una adecuada función contráctil del corazón. Este hallazgo ha llevado al Ministerio de Sanidad a hacer un llamado a la prudencia, enfatizando que, aunque el estudio es importante, no se deben realizar cambios drásticos en la práctica médica basándose en un único estudio.
El estudio REBOOT, que involucró a 8,505 pacientes de 109 hospitales en España e Italia, no mostró diferencias significativas en tasas de mortalidad o reinfarto entre quienes recibieron betabloqueantes y quienes no. Sin embargo, el secretario de Estado de Salud Pública, Javier Padilla, subrayó que es crucial analizar detenidamente los datos y no tomar decisiones precipitadas, recordando que muchos pacientes pueden demandar cambios en su tratamiento basándose en estudios aislados.
La comunidad médica ha sido cautelosa ante la presentación del estudio como un cambio radical en prácticas establecidas durante décadas. Los efectos secundarios de los betabloqueantes, como fatiga y bradicardia, y la importancia de un enfoque reflexivo en el tratamiento del infarto son elementos centrales en este debate sobre el cuidado de la salud cardiovascular.
El estudio REBOOT, que involucró a 8,505 pacientes de 109 hospitales en España e Italia, no mostró diferencias significativas en tasas de mortalidad o reinfarto entre quienes recibieron betabloqueantes y quienes no. Sin embargo, el secretario de Estado de Salud Pública, Javier Padilla, subrayó que es crucial analizar detenidamente los datos y no tomar decisiones precipitadas, recordando que muchos pacientes pueden demandar cambios en su tratamiento basándose en estudios aislados.
La comunidad médica ha sido cautelosa ante la presentación del estudio como un cambio radical en prácticas establecidas durante décadas. Los efectos secundarios de los betabloqueantes, como fatiga y bradicardia, y la importancia de un enfoque reflexivo en el tratamiento del infarto son elementos centrales en este debate sobre el cuidado de la salud cardiovascular.