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El médico Salvador Plasencia se declara culpable de suministrar ketamina a Matthew Perry, generando condenas por su muerte

La declaración de culpabilidad de Plasencia destaca la explotación de la vulnerabilidad del actor y conlleva una posible condena de hasta 40 años de prisión.

Publicado: 17 de junio de 2025, 12:14

Salvador Plasencia, conocido como Dr. P., se ha declarado culpable de suministrar ketamina al actor Matthew Perry, fallecido el 28 de octubre de 2023, a los 54 años. La muerte de Perry resultó de una sobredosis de esta sustancia, un potente anestésico que puede ser mortal en cantidades elevadas. Plasencia admitió que proporcionó la droga sin justificación médica en las semanas previas a la trágica muerte del intérprete de "Friends". Su declaración se formalizó en un tribunal federal de Los Ángeles, lo que podría llevarle a enfrentar una pena de más de 40 años de prisión. Esta declaración se considera un avance significativo en el caso, que ha atraído considerable atención, evidenciando la explotación de la vulnerabilidad de Perry por parte de Plasencia y otros coacusados, quienes forman parte de una red que distribuía grandes cantidades de ketamina.

Además de Plasencia, otros tres implicados, el médico Mark Chavez, el asistente personal Kenneth Iwamasa y Erik Fleming, también se han declarado culpables de cargos relacionados. El Departamento de Justicia expone que los acusados eran conscientes del peligro que representaban para la vida de Perry al suministrarle la sustancia sin un propósito médico legítimo. Perry había estado documentando su lucha contra la adicción en su autobiografía, "Friends, Lovers, and the Big Terrible Thing", lo que pone de relieve el contexto de la tragedia.

Se han presentado alegaciones adicionales sobre el intento de Plasencia de encubrir su papel en el caso, creando un falso "plan de tratamiento" y mostrando despreocupación por la salud del actor. Durante la investigación, los fiscales revelaron que al solicitar la tercera inyección de ketamina, Perry pidió: "dispara una grande", lo que simboliza su desesperación ante su enfermedad. Además, un mensaje de texto de Plasencia podría evidenciar su falta de ética profesional, donde se interroga sobre cuánto pagaría Perry por la droga. Este caso resalta el problema más amplio de la explotación de personas con trastornos de adicción por parte de profesionales irresponsables.