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El impacto de la inteligencia artificial: vigilancias masivas, riesgos cibernéticos e innovación bajo presión
Un análisis del creciente uso de la inteligencia artificial en China, sus riesgos potenciales en ciberseguridad y la percepción pública de la innovación tecnológica.
Publicado: 28 de diciembre de 2025, 11:45
La inteligencia artificial (IA) se ha convertido en una herramienta central en diferentes ámbitos a nivel mundial, logrando avances significativos en vigilancia y control, así como en la gestión de la seguridad cibernética. Recientemente, un informe del Australian Strategic Policy Institute (ASPI) ha destacado cómo el Partido Comunista Chino está perfeccionando la vigilancia de sus 1.400 millones de ciudadanos a través de tecnologías de IA. Sin embargo, el uso de IA no se limita a las acciones de control, también entra en juego en el ámbito de la ciberseguridad, donde puede ser utilizada por ciberdelincuentes para automatizar ataques y facilitar fraudes.
La innovación tecnológica en IA enfrenta retos en la aceptación pública. A pesar de ofrecer potenciales beneficios, existe un constante escepticismo y confusión entre los ciudadanos. Ejemplos de Suecia y Japón ilustran cómo la innovación tecnológica debe ir acompañada de un esfuerzo por informar a la población de manera efectiva. Es fundamental asegurar que los avances en IA sean regulados y gestionados éticamente para mitigar riesgos y proteger la privacidad de los ciudadanos.
A medida que avanzamos hacia un entorno digital más complejo, la colaboración entre autoridades e industria es vital para asegurar que la innovación prospere de forma segura y beneficiosa para la sociedad.
La innovación tecnológica en IA enfrenta retos en la aceptación pública. A pesar de ofrecer potenciales beneficios, existe un constante escepticismo y confusión entre los ciudadanos. Ejemplos de Suecia y Japón ilustran cómo la innovación tecnológica debe ir acompañada de un esfuerzo por informar a la población de manera efectiva. Es fundamental asegurar que los avances en IA sean regulados y gestionados éticamente para mitigar riesgos y proteger la privacidad de los ciudadanos.
A medida que avanzamos hacia un entorno digital más complejo, la colaboración entre autoridades e industria es vital para asegurar que la innovación prospere de forma segura y beneficiosa para la sociedad.