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El grupo paramilitar sudanés toma el control del campo petrolero de Heglig, clave en la producción de crudo del país.
La ocupación de las instalaciones se produce tras la retirada del ejército regular, en medio de una crisis humanitaria aguda en Sudán.
Publicado: 10 de diciembre de 2025, 17:10
En un desarrollo significativo en la contienda en Sudán, el grupo paramilitar conocido como Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha tomado el control del campo petrolero de Heglig, que es fundamental para la economía del país y estratégico para el procesamiento del crudo en la región. Este cambio de control ocurrió tras la retirada del ejército regular sudanés de la región, una decisión que parece haber sido parte de un acuerdo con el Gobierno de Sudán del Sur para evitar la destrucción de las instalaciones petroleras.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido ocuparon las instalaciones el día lunes, mientras que los trabajadores, ingenieros y técnicos del yacimiento lograron evacuar hacia la ciudad de Rubkona, al sur de Sudán. Este campo, que contiene 75 pozos y tiene capacidad para producir unos 20.000 barriles diarios, es uno de los activos más valiosos en medio de la crisis prolongada en la región. La situación de Heglig ha sido objeto de disputa entre Sudán y Sudán del Sur desde hace años, y el control de este campo es crucial para la producción de petróleo y para las relaciones entre ambos países.
La prolongada guerra en Sudán ha dejado un legado devastador, con decenas de miles de muertos y millones de desplazados. La situación actual en Heglig no solo simboliza un cambio en la dinámica del poder en la región, sino también una intensificación de los desafíos humanitarios que enfrentan millones de personas afectadas por el conflicto.
Las Fuerzas de Apoyo Rápido ocuparon las instalaciones el día lunes, mientras que los trabajadores, ingenieros y técnicos del yacimiento lograron evacuar hacia la ciudad de Rubkona, al sur de Sudán. Este campo, que contiene 75 pozos y tiene capacidad para producir unos 20.000 barriles diarios, es uno de los activos más valiosos en medio de la crisis prolongada en la región. La situación de Heglig ha sido objeto de disputa entre Sudán y Sudán del Sur desde hace años, y el control de este campo es crucial para la producción de petróleo y para las relaciones entre ambos países.
La prolongada guerra en Sudán ha dejado un legado devastador, con decenas de miles de muertos y millones de desplazados. La situación actual en Heglig no solo simboliza un cambio en la dinámica del poder en la región, sino también una intensificación de los desafíos humanitarios que enfrentan millones de personas afectadas por el conflicto.