El Gobierno español enfrenta presión política por el retraso en el embargo de armas a Israel mientras el conflicto en Gaza se intensifica

El Gobierno español se encuentra bajo presión política para implementar un embargo de armas a Israel, medida que se anunció en septiembre pero que aún no ha sido aprobada, generando críticas tanto de socios de gobierno como de la oposición. Durante una sesión de control, Alberto Núñez Feijóo, del Partido Popular, acusó a Pedro Sánchez de distraer la atención de otros problemas internos utilizando el conflicto en Gaza como excusa.

Desde la izquierda, Sumar y Podemos han expresado frustración ante lo que consideran la inacción del Ministerio de Economía respecto al embargo, incluso denunciando al ministerio por no responder a solicitudes para detener la venta de armas. Las protestas en España por la situación de los palestinos han aumentado, lo que añade presión al gobierno para justificar el retraso en la aprobación del decreto por motivos técnicos.

Las críticas continúan creciendo, con voces que piden una respuesta inmediata y efectiva ante la crisis humanitaria en Gaza. La combinación de demandas populares y acusaciones políticas deja al gobierno en una situación precaria, donde cualquier demora podría ser criticada por la oposición y socavar su estabilidad.