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El gasto militar mundial alcanza un récord histórico, planteando serias implicaciones para la paz y el desarrollo sostenible
La ONU advierte que el creciente gasto en defensa desvía recursos necesarios para combatir la pobreza y la inseguridad alimentaria en el mundo
Publicado: 9 de septiembre de 2025, 19:08
El gasto militar en el mundo ha llegado a un nuevo récord en 2024, alcanzando la cifra monumental de 2,7 billones de dólares, lo que equivale a 334 dólares por persona al año. Este alarmante incremento refleja una tendencia preocupante que podría multiplicarse por cinco para el año 2035, afectando gravemente los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) y desvió de recursos críticos hacia sectores como la salud y la educación.
El informe de la ONU señala que el aumento del gasto militar no garantiza paz ni seguridad, ya que una inversión similar en educación podría crear más empleos y fortalecer el tejido social. Además, el incremento en defensa tiende a exacerbar las deudas públicas, limitando las capacidades de los países para invertir en desarrollo humano. La ONU recalca que los conflictos en lugares como Gaza y Ucrania han intensificado esta carrera armamentista, poniendo en peligro los esfuerzos para alcanzar los ODS para 2030.
La alerta es clara: el mundo debe reevaluar sus prioridades e invertir de manera responsable para promover la paz y el desarrollo sostenible, en lugar de depender de soluciones militaristas a los conflictos globales.
El informe de la ONU señala que el aumento del gasto militar no garantiza paz ni seguridad, ya que una inversión similar en educación podría crear más empleos y fortalecer el tejido social. Además, el incremento en defensa tiende a exacerbar las deudas públicas, limitando las capacidades de los países para invertir en desarrollo humano. La ONU recalca que los conflictos en lugares como Gaza y Ucrania han intensificado esta carrera armamentista, poniendo en peligro los esfuerzos para alcanzar los ODS para 2030.
La alerta es clara: el mundo debe reevaluar sus prioridades e invertir de manera responsable para promover la paz y el desarrollo sostenible, en lugar de depender de soluciones militaristas a los conflictos globales.