Progresista 62.5%Conservador 37.5%
El fracaso de la OPA de BBVA sobre Sabadell provoca una subida de sus acciones y redefine sus estrategias futuras
Tras apenas obtener el 25% del apoyo de los accionistas de Sabadell, BBVA se enfoca en su plan estratégico y recompra de acciones.
Publicado: 17 de octubre de 2025, 06:51
El reciente intento de fusión entre BBVA y el Banco Sabadell ha concluido en un notable fracaso, ya que la oferta pública de adquisición (OPA) solo logró obtener el 25,47% de aceptación entre los accionistas del Sabadell, muy por debajo del mínimo del 30% requerido para que la operación tuviera validez. Este resultado, además, se produce en el contexto de una notable respuesta del mercado, donde las acciones de BBVA han experimentado un aumento cercano al 7% en Wall Street, alcanzando los 19,48 dólares, lo que representa su mayor subida en cinco años. A su vez, los títulos de Sabadell han caído más del 9% tras conocerse el resultado de la OPA, debilitándose aún más en el contexto de preocupaciones sobre la estabilidad del sector bancario europeo.
BBVA realizó su oferta con el objetivo de expandir su negocio y ganar mayor control sobre el Banco Sabadell, pero la falta de aceptación ha llevado a la entidad vasca a dar un giro en su estrategia. En un comunicado, el banco ha confirmado que retoma de manera inmediata su plan de remuneración a los accionistas, que incluye un programa de recompra de acciones valorado en alrededor de 1.000 millones de euros, además de un dividendo significativo previsto para el próximo noviembre, que alcanzará los 0,32 euros por acción, totalizando aproximadamente 1.800 millones de euros.
La OPA, que fue anunciada en un contexto desafiante en mayo de 2024, ya había enfrentado un considerable rechazo desde su inicio, tanto por parte de los accionistas minoritarios como de los líderes del mercado. Según el presidente de BBVA, Carlos Torres, este desenlace se debe en parte a la confusión generada sobre la expectativa de una segunda oferta a mejor precio y a la falta de apoyo por parte de los inversores institucionales. Torres ha descartado la posibilidad de intentar una nueva OPA en el futuro, considerando que esta situación representa un "capítulo cerrado".
Desde la sede del Banco Sabadell, se celebró el resultado con alivio, resaltando que la independencia del banco se mantendrá y que su enfoque futuro ahora recaerá en capitalizar su crecimiento sin la necesidad de asociarse con BBVA. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha enfatizado que esta es la mejor salida para ambas entidades, argumentando que "Banco Sabadell generará más valor en solitario que en conjunto con BBVA". Esta afirmación se apoya en su intención de elevar la rentabilidad al 16% para 2027 y en la perspectiva de retribuir 6.450 millones de euros a sus accionistas hasta entonces.
El panorama del mercado en general también se vio impactado; el índice IBEX 35 cayó más del 1% en respuesta a la debacle de la OPA. Sin embargo, los analistas sugieren que, a largo plazo, los fundamentos del Sabadell son sólidos y su rendimiento podría ser favorable, dado la tendencia de los accionistas a mantenerse firmes debido a los futuros dividendos prometidos. En conclusión, mientras BBVA se esfuerza por establecer una estrategia que evite un mayor consumo de capital, la supervivencia independiente del Sabadell ha sido celebrada como una victoria en varios frentes, incluidas las esferas política y económica en Cataluña. La electoralidad de la operación y la tensión política ligadas a la OPA han dejado marcadas huellas en el sector.
BBVA realizó su oferta con el objetivo de expandir su negocio y ganar mayor control sobre el Banco Sabadell, pero la falta de aceptación ha llevado a la entidad vasca a dar un giro en su estrategia. En un comunicado, el banco ha confirmado que retoma de manera inmediata su plan de remuneración a los accionistas, que incluye un programa de recompra de acciones valorado en alrededor de 1.000 millones de euros, además de un dividendo significativo previsto para el próximo noviembre, que alcanzará los 0,32 euros por acción, totalizando aproximadamente 1.800 millones de euros.
La OPA, que fue anunciada en un contexto desafiante en mayo de 2024, ya había enfrentado un considerable rechazo desde su inicio, tanto por parte de los accionistas minoritarios como de los líderes del mercado. Según el presidente de BBVA, Carlos Torres, este desenlace se debe en parte a la confusión generada sobre la expectativa de una segunda oferta a mejor precio y a la falta de apoyo por parte de los inversores institucionales. Torres ha descartado la posibilidad de intentar una nueva OPA en el futuro, considerando que esta situación representa un "capítulo cerrado".
Desde la sede del Banco Sabadell, se celebró el resultado con alivio, resaltando que la independencia del banco se mantendrá y que su enfoque futuro ahora recaerá en capitalizar su crecimiento sin la necesidad de asociarse con BBVA. El presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha enfatizado que esta es la mejor salida para ambas entidades, argumentando que "Banco Sabadell generará más valor en solitario que en conjunto con BBVA". Esta afirmación se apoya en su intención de elevar la rentabilidad al 16% para 2027 y en la perspectiva de retribuir 6.450 millones de euros a sus accionistas hasta entonces.
El panorama del mercado en general también se vio impactado; el índice IBEX 35 cayó más del 1% en respuesta a la debacle de la OPA. Sin embargo, los analistas sugieren que, a largo plazo, los fundamentos del Sabadell son sólidos y su rendimiento podría ser favorable, dado la tendencia de los accionistas a mantenerse firmes debido a los futuros dividendos prometidos. En conclusión, mientras BBVA se esfuerza por establecer una estrategia que evite un mayor consumo de capital, la supervivencia independiente del Sabadell ha sido celebrada como una victoria en varios frentes, incluidas las esferas política y económica en Cataluña. La electoralidad de la operación y la tensión política ligadas a la OPA han dejado marcadas huellas en el sector.