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El enviado de EE.UU. inspecciona el reparto de ayuda en Gaza mientras Hamás critica la visita como política propagandística
Steve Witkoff busca plantear un plan para mejorar la distribución de alimentos en medio de una crisis humanitaria severa.
Publicado: 1 de agosto de 2025, 11:59
En medio de una crisis humanitaria devastadora en la Franja de Gaza, el enviado especial de EE.UU., Steve Witkoff, ha visitado un punto de reparto de comida de la Fundación Humanitaria para Gaza (GHF), con el objetivo de mejorar la distribución de ayuda alimentaria. La visita se produce en un contexto donde Hamás califica esta acción como una 'maniobra propagandística' de las autoridades estadounidenses e israelíes.
Witkoff y el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, se enfrentan a la imagen preocupante en el punto de distribución de Rafah, donde un número reducido de personas esperaba ayuda. La situación es alarmante, con más de 1.300 palestinos muertos en relación al acceso a la ayuda humanitaria, según Sanidad de Gaza. A lo largo de la semana, ha persistido la presión diplomática sobre Israel para que se permita un acceso seguro a Gaza y se detenga la violencia. Esta semana, el enviado Witkoff también se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar la crisis y acordar estrategias de distribución.
La comunidad internacional ha manifestado su preocupación ante las recientes declaraciones de Donald Trump, quien ha afirmado que su administración está considerando un nuevo plan para “alimentar” a los gazatíes y ha llamado a Hamás a rendirse y liberar a los rehenes. Durante la visita, Witkoff y Huckabee fueron críticos con la operación de la GHF, la cual ha sido acusada de tener métodos de distribución caóticos que han resultado en muertes de civiles en los puntos de entrega.
Además, informan que la GHF ha estado entregando más de un millón de raciones de comida al día, aunque su sistema de distribución ha sido denunciado como peligroso, convirtiendo los repartos en “trampas mortales” para los gazatíes hambrientos. El Ministerio de Salud palestino ha reportado que casi 1.400 personas han muerto en incidentes relacionados con la distribución de alimentos desde el inicio de estas operaciones, que han sido condenadas por varias organizaciones de derechos humanos. La presión sobre la administración de Trump aumenta, mientras el mandatario continúa evitando calificaciones de genocidio sobre la situación en Gaza, a pesar de que varios países europeos han exigido un cambio en la estrategia humanitaria.Este escenario coincide con un creciente clamor internacional que exige una reevaluación del enfoque estadounidense hacia el conflicto, donde se acusan a las autoridades israelíes de llevar a cabo un bloqueo humanitario brutal.
Witkoff y el embajador estadounidense en Israel, Mike Huckabee, se enfrentan a la imagen preocupante en el punto de distribución de Rafah, donde un número reducido de personas esperaba ayuda. La situación es alarmante, con más de 1.300 palestinos muertos en relación al acceso a la ayuda humanitaria, según Sanidad de Gaza. A lo largo de la semana, ha persistido la presión diplomática sobre Israel para que se permita un acceso seguro a Gaza y se detenga la violencia. Esta semana, el enviado Witkoff también se reunió con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, para abordar la crisis y acordar estrategias de distribución.
La comunidad internacional ha manifestado su preocupación ante las recientes declaraciones de Donald Trump, quien ha afirmado que su administración está considerando un nuevo plan para “alimentar” a los gazatíes y ha llamado a Hamás a rendirse y liberar a los rehenes. Durante la visita, Witkoff y Huckabee fueron críticos con la operación de la GHF, la cual ha sido acusada de tener métodos de distribución caóticos que han resultado en muertes de civiles en los puntos de entrega.
Además, informan que la GHF ha estado entregando más de un millón de raciones de comida al día, aunque su sistema de distribución ha sido denunciado como peligroso, convirtiendo los repartos en “trampas mortales” para los gazatíes hambrientos. El Ministerio de Salud palestino ha reportado que casi 1.400 personas han muerto en incidentes relacionados con la distribución de alimentos desde el inicio de estas operaciones, que han sido condenadas por varias organizaciones de derechos humanos. La presión sobre la administración de Trump aumenta, mientras el mandatario continúa evitando calificaciones de genocidio sobre la situación en Gaza, a pesar de que varios países europeos han exigido un cambio en la estrategia humanitaria.Este escenario coincide con un creciente clamor internacional que exige una reevaluación del enfoque estadounidense hacia el conflicto, donde se acusan a las autoridades israelíes de llevar a cabo un bloqueo humanitario brutal.