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El desgarrador testimonio de Itzhik, padre de dos hijos secuestrados por Hamás, resuena en el drama de las familias israelíes.
La lucha de una familia por la liberación de su hijo sigue en un contexto de tensiones y críticas al gobierno israelí.
Publicado: 8 de octubre de 2025, 07:06
Itzhik, un padre profundamente afectado, atraviesa una odisea emocional tras el secuestro de sus dos hijos por parte de Hamás el 7 de octubre de hace dos años. Mientras uno de sus hijos fue liberado después de 500 días, Eithan, su hijo menor, sigue en cautiverio. Esta situación de angustia resuena con muchas otras familias israelíes que enfrentan la misma pesadilla, lo que ha llevado a un aumento en las movilizaciones para exigir que el gobierno de Netanyahu priorice la liberación de los rehenes, que en la actualidad ascienden a 48.
El retorno de uno de los niños, aunque motivo de alegría, ha sido una experiencia agridulce para Itzhik, quien expresa su dolor al decir: "Me cortaron por la mitad". Este sentimiento refleja la angustia de muchos padres que, como él, viven la incertidumbre y el miedo de no saber si volverán a ver a sus hijos. La respuesta del gobierno israelí ha sido objeto de críticas. Itzhik argumenta que la administración ha priorizado la eliminación de Hamás en lugar de buscar activamente la liberación de los rehenes, lo que ha generado en él y en otros familiares un profundo resentimiento hacia la política actual.
Itzhik también hace eco de las emociones de los muchos familiares que, a través de movimientos de protesta y expresiones públicas, claman por la vuelta de sus seres queridos. Destaca que "ni nos vamos a olvidar ni vamos a perdonar" mientras continúan su lucha por la libertad de los cautivos. Las imágenes transmitidas por Hamás, que muestran a los rehenes en condiciones alarmantes, añaden otra capa de tristeza y realidad a la lucha por su correcta liberación.
El retorno de uno de los niños, aunque motivo de alegría, ha sido una experiencia agridulce para Itzhik, quien expresa su dolor al decir: "Me cortaron por la mitad". Este sentimiento refleja la angustia de muchos padres que, como él, viven la incertidumbre y el miedo de no saber si volverán a ver a sus hijos. La respuesta del gobierno israelí ha sido objeto de críticas. Itzhik argumenta que la administración ha priorizado la eliminación de Hamás en lugar de buscar activamente la liberación de los rehenes, lo que ha generado en él y en otros familiares un profundo resentimiento hacia la política actual.
Itzhik también hace eco de las emociones de los muchos familiares que, a través de movimientos de protesta y expresiones públicas, claman por la vuelta de sus seres queridos. Destaca que "ni nos vamos a olvidar ni vamos a perdonar" mientras continúan su lucha por la libertad de los cautivos. Las imágenes transmitidas por Hamás, que muestran a los rehenes en condiciones alarmantes, añaden otra capa de tristeza y realidad a la lucha por su correcta liberación.