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El debate en Barcelona sobre la ampliación de la apertura comercial los domingos enfrenta a sindicatos y comercio de barrio con patronales
Mientras Barcelona Oberta aboga por una extensión del horario, sindicatos y pequeños comercios rechazan la propuesta, alegando efectos negativos en el entorno local.
Publicado: 28 de julio de 2025, 19:35
En Barcelona, se ha intensificado el debate sobre la apertura de comercios los domingos, impulsado por la propuesta de Barcelona Oberta de extender el horario de apertura de cuatro a ocho meses. Esta propuesta busca revisar un acuerdo vigente desde 2022 que permite un horario limitado. Barcelona Oberta sostiene que esta ampliación podría beneficiar a los comercios y la contratación, especialmente en periodo turístico.
Sin embargo, sindicatos como UGT y CCOO, junto con el comercio de barrio, han manifestado su oposición a esta iniciativa, argumentando que la liberalización afectaría negativamente los negocios locales y el derecho al descanso de los trabajadores. Además, UGT ha señalado que el empleo en el sector ha disminuido, y el impacto positivo de aperturas recientes ha sido mínimo.
El Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en proceso de consulta con las distintas patronales al respecto, pero ha decidido no emitir ningún juicio hasta tener conversaciones más amplias. Esta situación subraya la lucha entre la necesidad de modernización del comercio y el deseo de proteger las características locales que definen a la ciudad.
Sin embargo, sindicatos como UGT y CCOO, junto con el comercio de barrio, han manifestado su oposición a esta iniciativa, argumentando que la liberalización afectaría negativamente los negocios locales y el derecho al descanso de los trabajadores. Además, UGT ha señalado que el empleo en el sector ha disminuido, y el impacto positivo de aperturas recientes ha sido mínimo.
El Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en proceso de consulta con las distintas patronales al respecto, pero ha decidido no emitir ningún juicio hasta tener conversaciones más amplias. Esta situación subraya la lucha entre la necesidad de modernización del comercio y el deseo de proteger las características locales que definen a la ciudad.