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El Congreso rechaza la ILP para eliminar la tauromaquia como patrimonio cultural, desatando reacciones entre activistas y sectores pro-taurinos.

La decidida abstención del PSOE marca el rumbo del debate sobre la tauromaquia en España y provoca tensiones en el movimiento animalista.

Publicado: 9 de octubre de 2025, 07:11

El pasado 7 de octubre, el Congreso de los Diputados decidió no tomar en consideración la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) conocida como 'No es mi Cultura', que proponía eliminar la tauromaquia de la lista de patrimonio cultural de España. Esta decisión ha generado críticas del movimiento animalista, que había reunido más de 715.000 firmas a favor de su propuesta. Los grupos de Sumar, ERC, y otros votaron a favor de discutirla, pero no fue suficiente para avanzar.

Desde el movimiento animalista, la abstención del PSOE fue considerada decisiva y un 'insulto a la democracia'. Activistas como Aïda Gascón expresaron su decepción, calificando el rechazo como una victoria de la crueldad. A pesar del revés, los colectivos animalistas están decididos a seguir luchando por sus derechos y continúan con su labor de sensibilización y presión política. La reacción de Gascón fue acompañada por un comunicado de las promotoras de la ILP que lamentaron que “los votos del PP, Vox, UPN y la abstención del PSOE han amordazado a las más de 715.000 personas que solicitaban eliminar la tauromaquia de patrimonio cultural”. Activistas como Amanda Romero criticaron la abstención del PSOE, considerándola “un escándalo democrático” que refleja una desconexión entre la mayoría social y la mayoría parlamentaria.

Por otro lado, La Razón destaca este rechazo como una 'victoria jurídica y política' para la tauromaquia, sugiriendo que la abstención del PSOE indica una desconexión entre la mayoría social y los partidos, que, aunque promueven valores progresistas, mantienen tradiciones como la tauromaquia. La votación plantea un futuro incierto para el debate sobre su legitimidad en una sociedad cada vez más consciente del bienestar animal. Además, el rechazo ha reafirmado la posición de la tauromaquia como patrimonio cultural con base legal desde 2013, lo que implica que su estatus seguirá siendo defendido y promovido por sectores políticos y sociales en el futuro. Los activistas ya han manifestado su intención de continuar este debate, buscando estrategias políticas para responder a la ‘victoria de la crueldad’ y a la desconexión política evidenciada en esta votación, que podría tener repercusiones en la percepción pública de la tauromaquia y del bienestar animal en España.