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El Congreso debate una reforma para sancionar a 'pseudoperiodistas' que acosan a políticos y limitan el acceso de activistas ultras.
La reforma, impulsada por el PSOE y sus aliados, busca regular las acreditaciones de prensa y proteger la labor parlamentaria.
Publicado: 8 de julio de 2025, 12:02
El Pleno del Congreso de España se encuentra en un crucial momento de debate sobre una reforma del Reglamento que busca sancionar a aquellos considerados 'pseudoperiodistas' y limitar el acceso a activistas ultras. Este trámite ha generado una intensa controversia política, con el PP y Vox tratando de bloquear los avances de la norma.
La reforma responde a múltiples incidentes donde periodistas acreditados han dificultado las labores parlamentarias. Los grupos de gobierno sostienen que no se busca atacar a los verdaderos profesionales de la información, sino actuar contra quienes utilizan su acreditación para acosar. Se establece un nuevo procedimiento para la renovación de credenciales y un régimen sancionador que puede llevar a la suspensión de acreditaciones.
A pesar del apoyo dentro del Congreso, PP y Vox han planteado enmiendas para eliminar sanciones, aunque no han logrado captar suficientes apoyos. Críticos advierten sobre el riesgo de que los activistas ultras trasladen su acoso a los domicilios de los políticos de izquierda. Con esta reforma, se busca garantizar un entorno más seguro para legisladores y periodistas.
La reforma responde a múltiples incidentes donde periodistas acreditados han dificultado las labores parlamentarias. Los grupos de gobierno sostienen que no se busca atacar a los verdaderos profesionales de la información, sino actuar contra quienes utilizan su acreditación para acosar. Se establece un nuevo procedimiento para la renovación de credenciales y un régimen sancionador que puede llevar a la suspensión de acreditaciones.
A pesar del apoyo dentro del Congreso, PP y Vox han planteado enmiendas para eliminar sanciones, aunque no han logrado captar suficientes apoyos. Críticos advierten sobre el riesgo de que los activistas ultras trasladen su acoso a los domicilios de los políticos de izquierda. Con esta reforma, se busca garantizar un entorno más seguro para legisladores y periodistas.