Progresista 66.2%Conservador 33.8%
El Congreso de EE.UU. aprueba recortes de 9.000 millones de dólares que afectan a ayuda exterior y medios públicos
Aprobados por la Cámara de Representantes, el plan de Trump genera preocupaciones sobre su impacto en programas de asistencia y la radiodifusión nacional.
Publicado: 18 de julio de 2025, 12:44
El Congreso de Estados Unidos ha aprobado un paquete de recortes por 9.000 millones de dólares que afecta tanto a la ayuda exterior como a los servicios de radiodifusión pública. La medida, impulsada por la administración de Donald Trump, ha generado preocupaciones sobre su impacto en la cobertura informativa y la asistencia a comunidades en crisis. Con 216 votos a favor y 213 en contra, esta legislación pasó con el apoyo mayoritario de los republicanos, aunque algunos, como Brian Fitzpatrick y Michael Turner, se manifestaron en contra. Se han eliminado fondos significativos de la Corporation for Public Broadcasting (CPB), NPR y PBS bajo la premisa de que son políticamente sesgados. Trump ha declarado que intentos similares de recorte han fracasado durante 40 años, pero esta vez lo considera un gran triunfo.
Cerca de 8.000 millones de dólares se recortarán de programas de ayuda exterior, destinados a apoyar a países en crisis, incluida la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID). Legisladores advierten que estos cambios podrían debilitar la posición global de EE.UU. y facilitar a otros actores como China un mayor influjo en regiones vulnerables. Además, los recortes incluyen 800 millones de dólares destinados a refugios y reunificación familiar para refugiados, así como 4.150 millones de dólares para impulsar economías en los países en desarrollo. Esta legislación marca la primera vez en décadas que un presidente implementa un paquete de recortes fiscales de tal magnitud a través de una solicitud formal de rescisión al Congreso.
La discusión refleja profundos desacuerdos entre demócratas y republicanos. Los republicanos sostienen que los recortes son necesarios para la responsabilidad fiscal, mientras que los demócratas critican que, además de ser "extremadamente dañino", el paquete de recortes puede llevar a consecuencias fatales en áreas afectadas por conflictos y desastres. El congresista demócrata por Massachusetts, Jim McGovern, advirtió: "Va a morir gente por culpa de ese paquete de recortes". Otro tema paralelo que surgió durante el debate fue la polémica investigación del Departamento de Justicia sobre Jeffrey Epstein, que algunos demócratas quisieron vincular a la discusión de los recortes, describiendo la medida como parte de una agenda que otorga cada vez más poder al ejecutivo y socava la supervisión del Congreso.
Cerca de 8.000 millones de dólares se recortarán de programas de ayuda exterior, destinados a apoyar a países en crisis, incluida la Agencia de EE. UU. para el Desarrollo Internacional (USAID). Legisladores advierten que estos cambios podrían debilitar la posición global de EE.UU. y facilitar a otros actores como China un mayor influjo en regiones vulnerables. Además, los recortes incluyen 800 millones de dólares destinados a refugios y reunificación familiar para refugiados, así como 4.150 millones de dólares para impulsar economías en los países en desarrollo. Esta legislación marca la primera vez en décadas que un presidente implementa un paquete de recortes fiscales de tal magnitud a través de una solicitud formal de rescisión al Congreso.
La discusión refleja profundos desacuerdos entre demócratas y republicanos. Los republicanos sostienen que los recortes son necesarios para la responsabilidad fiscal, mientras que los demócratas critican que, además de ser "extremadamente dañino", el paquete de recortes puede llevar a consecuencias fatales en áreas afectadas por conflictos y desastres. El congresista demócrata por Massachusetts, Jim McGovern, advirtió: "Va a morir gente por culpa de ese paquete de recortes". Otro tema paralelo que surgió durante el debate fue la polémica investigación del Departamento de Justicia sobre Jeffrey Epstein, que algunos demócratas quisieron vincular a la discusión de los recortes, describiendo la medida como parte de una agenda que otorga cada vez más poder al ejecutivo y socava la supervisión del Congreso.